La proliferación de libros escritos por Inteligencia Artificial (IA) está alcanzando proporciones notables. La llegada de ChatGPT ha impulsado aún más esta tendencia, facilitando la creación de contenido literario mediante el uso de bots.
El Político
La autopublicación, especialmente en plataformas como Amazon, ha contribuido a que estos libros generados por IA lleguen al mercado y estén disponibles para los lectores.
En un proceso que combina prompts y generación automática de texto, los autores pueden crear páginas y páginas de contenido que luego se compilan en libros. La accesibilidad de esta tecnología ha permitido que incluso aquellos sin habilidades de escritura puedan producir material literario. Sin embargo, esta avalancha de libros automatizados plantea preguntas sobre la calidad, la originalidad y la ética en la creación literaria.
Recientemente, Amazon tomó una medida controvertida al limitar la autopublicación a tres libros diarios por autor. Esta restricción sugiere que algunos individuos han estado abusando del sistema, utilizando bots para generar una gran cantidad de contenido. La línea entre la creatividad humana y la producción automatizada se vuelve borrosa, y la industria editorial enfrenta desafíos para discernir entre obras genuinas y aquellas creadas por algoritmos.
En última instancia, la aparición masiva de libros generados por IA plantea cuestiones sobre la autenticidad, la propiedad intelectual y la responsabilidad de los autores. A medida que la tecnología avanza, es fundamental mantener un equilibrio entre la innovación y la preservación de la integridad literaria.
Esa última frase está escrita así de forma deliberada. No se trata de autores que usan ChatGPT como una asistencia para generar ideas, buscar ejemplos o reescribir fragmentos, sino de aquellos que directamente copian y pegan lo que el bot le redacta.
Su simple presencia masiva en las tiendas electrónicas de libros, que los suministran en formato digital o los imprimen de forma exprés si el cliente los prefiere en papel, dificulta encontrar libros de autores independientes que resulten de interés. Si el mercado literario se inunda de calidad escasa, el lector tendrá mucho más difícil encontrar lo que busca.
Si además hay libros escritos por un bot que se basan en replicar libros originales, la vida de los autores de estos últimos se complica. Ya hay ejemplos reales de escenarios así.
The Washington Post recogió uno de ellos: tres semanas después de publicar un libro técnico que le llevó más de un año a escribir, apareció una copia de idéntico título escrita tirando de IA.
Otra tendencia similar a esta también se ha convertido en un problema real: la de los resúmenes de libros populares escritos mediante una IA. Hay muchísimos. Además, pueden confundir al usuario y hacerle creer que se trata del libro original.
Caitlyn Lynch, una escritora independiente, advirtió que solo 19 de los 100 libros más vendidos en Amazon bajo la categoría "romance contemporáneo" eran obras escritas por humanos. Los 81 restantes eran fruto de bots, a su vez fruto de pseudoautores poco hábiles.