El año 22 del Siglo XXI ya llegó. Recién acabado de estrenar el Año Nuevo, pero así como las esperanzas y buenos deseos son inmensos, también son muchas y variadas las dudas y temores.
Mario A. Beroes Ríos/El Político.-
Obvio que el dolor por los fallecidos y los moribundos se entrelaza con el temor con los contagios por el Virus Chino y sus variantes como Ómicron.
Ese cóctel agrio y triste continúa presente, a pesar de que el mundo dijo adiós a 2021 y dio la bienvenida a 2022.
La Nochevieja, que solía celebrarse con un espíritu libre y desenfadado en todo el mundo, se sintió sin embargo como un déjà vu, con la variante ómicron, que se propaga rápidamente, llenando de nuevo los hospitales.
Europa: ¿Irresponsabilidad ante la diversión?
“Necesitamos divertirnos”, dijo Karen Page, de 53 años, una de las personas hartas que salieron a festejar en Londres.
“Hemos estado mucho tiempo así,” afirmó a la agencia AP en una encuesta hecha en la capital británica.
La tradicional exhibición pirotécnica que habría sacado a decenas de miles de personas a la calle en el centro de la ciudad y a orillas del Támesis, dejó paso a un espectáculo de luz y drones emitido por televisión.
Las celebraciones de Fin de Año, en su mayoría apagadas, alrededor del mundo dieron paso al cuarto año natural marcado por la pandemia global.
Más de 285 millones de personas han contraído el coronavirus en el orbe desde finales de 2019 y más de 5 millones han perecido.
Berlín, la policía exhortó a la gente a no congregarse cerca de la Puerta de Brandenburgo, donde hubo un concierto sin público presencial.
Las autoridades de Madrid22 permitieron la entrada de apenas 7.000 personas a la Puerta del Sol, una plaza del centro de la capital de España que en otros tiempos solía congregar a hasta 20.000 almas para festejar el cambio de año.
EEUU: Sin autoridad única
En Estados Unidos, las autoridades adoptaron distintas posturas para las celebraciones de fin de año: se prohibió que hubiera público en un concierto de cuenta regresiva en Los Ángeles.
También se restringieron los festejos en Nueva York a apenas 15.000 personas y se produjeron restricciones a un espectáculo de fuegos artificiales en Las Vegas, para el que se esperaba una asistencia de 300.000 personas.
El presidente Joe Biden destacó las pérdidas y la incertidumbre causadas por la pandemia pero afirmó en un mensaje que el gobierno estaba perseverando en el cuido.
"Nos estamos recuperando; regresamos al trabajo, a la escuela y a la alegría. Así capeamos este año. Y así lo haremos el próximo. Juntos”.
El Vaticano con restricciones
El papa Francisco canceló de nuevo su tradicional visita de Nochevieja al pesebre de tamaño natural instalado en la Plaza de San Pedro para evitar que se formase una multitud.
En una medida inusual, el pontífice, de 85 años, utilizó mascarilla en un servicio de oración e himnos el viernes, durante el que estuvo sentado en un sillón. Pero también pronunció una homilía de pie y sin barbijo.
“La sensación de estar perdido ha aumentado en el mundo durante la pandemia”, dijo Francisco a los fieles en la Basílica de San Pedro.
Comercio, cancelaciones y temores
“De verdad estoy asustado por nuestro sector”, dijo el restaurador de Nueva York, David Rabin, en referencia a las cancelaciones de reservas y fiestas de este mes.
“Nadie tuvo ganancias en diciembre. Que pudieran haber tenido una buena noche esta noche, no tuvo impacto alguno”.
Las aerolíneas también pasaron dificultades en el último tramo del año por las cancelaciones de miles de vuelos después de que el virus afectara a tripulaciones de cabina y otros trabajadores, además de por el mal clima.
El elemento que modificó el rumbo de la pandemia en 2021, las vacunas, seguían administrándose a buen ritmo.
Países más, países menos
Pakistán dijo que en 2021 logró que 70 de sus 220 millones de habitantes tuvieran esquema completo de vacunación y Gran Bretaña afirmó haber alcanzado el viernes su meta de ofrecer una dosis de refuerzo a toda la población adulta.
En Rusia, el presidente Vladimir Putin lamentó los decesos, elogió a los rusos por su fortaleza en los tiempos difíciles y advirtió con seriedad que la pandemia “no esta retrocediendo todavía”.
La unidad especial para el virus del país ha reportado 308.860 muertes por COVID-19, pero su agencia estatal de estadística señala que la cifra real sería más del doble.
“Quisiera expresar palabras de sincero apoyo a todos quienes han perdido a seres queridos”, dijo Putin en un discurso televisado poco antes de la medianoche en cada uno de los 11 husos horarios de la nación.
En otras partes, el lugar que muchos escogieron para celebrar el cambio de año fue el mismo con el que se familiarizaron durante los confinamientos: sus hogares.
Francia, Gran Bretaña, Portugal y Australia fueron algunos de los países que registraron nuevos máximos históricos de infecciones de COVID-19 mientras 2021 dejaba paso a 2022.
En Brasil, unos pocos miles de personas pudieron disfrutar en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, de 16 minutos de fuegos artificiales, un evento que solía incluir conciertos en vivo y congregaba a más de dos millones de personas.
Australia siguió adelante con las celebraciones a pesar de reportar un récord de 32.000 nuevos casos. Miles de fuegos artificiales iluminaron el cielo sobre el puente del muelle y la ópera de Sydney a medianoche, aunque con mucho menos público en la calle que antes de la pandemia.
En Japón, el escritor Naoki Matsuzawa dijo que pasará los próximos días cocinando y repartiendo comida entre los mayores porque algunos comercios estarán cerrados.
Señaló que las vacunas han hecho que la gente esté menos ansiosa por la pandemia, a pesar de la nueva variante.
“Se ha instalado una insensibilidad y ya no tenemos demasiado miedo”, afirmó Matsuzawa, quien vive en Yokohama, al suroeste de Tokio. “Algunos empezamos a dar por hecho que no nos ocurrirá”.
En Corea del Sur se cerraron playas y otros lugares turísticos de la costa este que solían llenarse de gente deseosa de ver el primer amanecer del año.
La India, millones de personas recibieron el año en sus casas debido a los toques de queda y a las restricciones que impedían las celebraciones en Nueva Delhi y Mumbai, entre otras grandes ciudades.
El gobierno chino en Shanghái canceló su tradicional y concurrido espectáculo de luces en el Río Huangpu mientras que en Beijing, donde los templos más populares están cerrados o tienen limitaciones de acceso desde mediados de diciembre, no había planes para actos públicos.