Con el fallecimiento de Manuel Sosa, quien fue herido de bala durante la represión en el sector Valle Hondo de Cabudare, sube a 58 la cifra de asesinados durante protestas que han sido reprimidas por la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Gobierno y oposición se culpan mutuamente por la violencia desatada tras las manifestaciones, que generalmente acaban con choques entre uniformados y manifestantes, quienes cruzan bombas lacrimógenas, chorros de agua a presión, piedras y cócteles molotov.
Las protestas contra el Gobierno comenzaron el 4 de abril, después que la Asamblea Nacional acusara al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de perpetrar un golpe de Estado con dos sentencias que la despojaron de atribuciones.