El dirigente catalán Francesc Homs, exconsejero de la Generalitat (gobierno autónomo de Cataluña), sostuvo hoy ante el Tribunal Supremo de España que repetiría la consulta independentista por la que está siendo juzgado.
Homs ha sido acusado por su responsabilidad en una consulta independentista que se celebró en Cataluña el 9 de noviembre de 2014 y que tanto el Gobierno como el Tribunal Constitucional, máximo órgano del Poder Judicial en España, consideraron ilegal.
El acusado declaró que no podía suspenderla porque, a su juicio, preservaba los derechos de los ciudadanos de Cataluña; insistió en que la volvería a celebrar, y consideró, en fin, que el Tribunal Constitucional no fue claro al prohibirla.
Juzgado por el Supremo debido a su aforamiento como diputado en el Congreso de España, Homs era consejero de Presidencia de la Generalitat cuando se celebró la llamada "consulta del 9N".
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El fiscal competente, Jaime Moreno, pide que sea inhabilitado para ejercer cargo público durante nueve años como autor de los delitos de prevaricación y desobediencia grave al Tribunal Constitucional.
Francesc Homs, uno más de los dirigentes independentistas juzgados por aquella consulta, aseguró durante el juicio que en ningún momento tuvo la conciencia de estar cometiendo delito alguno.
Insistió en que el gobierno autónomo de Cataluña tuvo que elegir entre los derechos políticos de los ciudadanos y una providencia del Constitucional que a su juicio no prohibía claramente el proceso participativo.
En todo caso, Homs reiteró que de haber conocido la sentencia del máximo órgano judicial español, "lo hubiera vuelto a hacer"; que está en el banquillo "por un debate político", y que se le juzga "por poner unas urnas".
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La comparecencia no estuvo exenta de tensión. Para quejarse de la forma en que el fiscal lo interrogaba, Homs dijo: "En mi casa me enseñaron a no interrumpir", a lo que el presidente del tribunal le recordó: "Esta no es su casa… pero puede decir cuanto quiera en su defensa".
Francecs Homs llegó al Tribunal Supremo arropado por el expresidente de la Generalitat Artur Mas, parte del actual gobierno autónomo y más de un centenar de personas que mostraron su apoyo a la celebración de un referéndum secesionista en Cataluña.
Entre las reacciones, el coordinador general del Partido Popular (PP, en el Gobierno), Fernando Martínez Maíllo, denunció la "escalada verbal" de algunos líderes independentistas, lo que considera como una muestra de "debilidad y flaqueza" y una búsqueda "a la desesperada" de presentarse como víctimas.
Un portavoz de los socialistas catalanes, Salvador Illa, opinó que el juicio en el Tribunal Supremo es la "demostración fehaciente del fracaso de la política", aunque reconoció que Homs debe asumir "las consecuencias de sus actos".
La portavoz del izquierdista Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, criticó que el proceso por "poner urnas", pero dijo que si a la dirección del partido nacionalista de Homs hay que juzgarla por algo "es por corrupción", habida cuenta los casos pendientes que tiene la extinta "Convergencia Democrática de Cataluña".
En nombre de "Ciudadanos", cuarto partido en España y primero de la oposición en Cataluña, la dirigente Inés Arrimadas criticó la "indignación" de los independentistas por el juicio contra Homs.
"Qué sensación de impunidad -dijo- habrán tenido los señores de la cúpula de Convergencia cuando les sorprende que, después del 9N y de gastarse el dinero de todos, les llame un juez y les pida explicaciones?".
Con información de EFE