El cronograma de la paz en Colombia apuntaba que este miércoles 1 de marzo iniciaba la "dejación de armas" por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC). Sin embargo, lo que realmente empezó fue el proceso de registro de armamento de los guerrilleros que están en las 26 zonas veredales o zonas de transición a la vida civil.
Félix R. Gutiérrez Rodríguez / El Político
Hoy es un día histórico para el país: las Farc dicen #AdiósALasArmas, para cambiar la violencia por la reconciliación. #LaPazAvanza. https://t.co/HuqofPAQuV
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) March 1, 2017
El alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, explicó que los representantes de las FARC se reunirán a partir de este miércoles con la misión de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para seguir lo acordado: registrar las armas, destruir el material inestable e iniciar la dejación de 30% de las armas.
Por su parte, Iván Márquez, representante de las FARC en las negociaciones de paz, confirmó el inicio de este proceso: “A pesar de los evidentes retrasos en la adecuación logística de las zonas y puntos transitorios de normalización, realizaremos como asunto que atañe únicamente a las FARC y a la ONU, según el protocolo acordado, el registro de las armas de todos los campamentos y reajustaremos el plan de destrucción de armas o explosivos”.
Proceso de detalles
La entrega de armas se realizará en actos privados en los cuales quedan excluidos la prensa y cualquier otra representación internacional. Después de cada actividad, la misión entregará un informe a un mecanismo tripartito, que incluye a representantes del gobierno nacional.
Sin embargo, Jaramillo informó que se está estudiando la posibilidad de hacer público el final de proceso. “Que se haga una cosa más vistosa porque le conviene a todo el mundo, que los colombianos vean que realmente terminó y que las armas fueron entregadas a Naciones Unidas”, reseñó a Cablenoticias.
La misión cuenta ya con 450 observadores, quienes velarán por el cumplimiento de lo acordado en los campamentos de la FARC que se han instalado temporalmente para el registro de las armas. Paralelamente, se iniciara la planeación y verificación de la destrucción del armamento inestable, como municiones, minas y explosivos. Esta misión informará regularmente sobre los avances del proceso de dejación de armas.
Los primeros que se han comprometido en entregar sus armas son los 322 guerrilleros que forman parte del Mecanismo de Monitoreo y Verificación compuesto por la ONU, las FARC y el Gobierno de Colombia. Estos trabajan en las áreas de normalización desde que se cumplieron los acuerdos de paz firmados en La Habana. Después de ellos, se unirá el resto de sus compañeros. Se espera que en una primera fase se recolecte 30%; otro 30% a partir del 1 de mayo y el 40% restante antes del 1 de junio.
A pesar de los retrasos en el cronograma de paz, a finales de mayo debería estar todo el armamento en poder de la ONU y los guerrilleros ya deberían ser civiles, justo cuando se cumplan los 180 días pactados para este proceso en los acuerdos de paz.
Cuestionamientos
La Fundación Ideas para la Paz ha insistido en la necesidad de aclarar la cantidad y el tipo de armas que tienen los guerrilleros.
“No tenemos ningún estimativo más allá de las cifras oficiales, pero en su momento hicimos algunas preguntas sobre esta cifra, respecto a la relación hombre-arma y dijimos que, en comparación a otros procesos de desarme en el mundo, esta sería la relación más alta (45 mil armas vs 7.000 integrantes). Ahora bien, tendrá que aclararse cuántas armas y de qué tipo tienen las milicias”, dijo Eduardo Álvarez, coordinador del área de dinámicas del conflicto y negociaciones de paz de esa fundación.
El consultor en seguridad y defensa John Marulanda explica que la variedad de armamento en la FARC ha generado problemas logísticos a lo largo de su historia por los tipos de fusiles de asalto que tienen, la mayoría con calibres diferentes. Aseguró que los guerrilleros llegaron a tener armamento “que era fabricado por ellos como algunos explosivos, hasta misiles antiaéreos rusos de primera y segunda generación que tuvieron muchos problemas de guía y batería”.
Otra crítica por parte de los especialistas es que se excluyó el número serial de las armas del proceso de identificación y entrega de las mismas, algo que es “muy delicado porque se estaría ocultando de manera definitiva la posibilidad de rastrear de dónde llegaron y esclarecer muchos crímenes cometidos con ellas”, expresó Jeremy Mcdermott, codirector de Insight Crime.
Para la ex ministra de Defensa Martha Lucía Ramírez, esta exclusión fue un error del gobierno colombiano: “Con esto, nos quedamos sin la posibilidad de hacer la trazabilidad, no sabremos quiénes fueron los fabricantes, ni a quiénes habían vendido esas armas y mucho menos cómo entraron a Colombia y, lamentablemente, hubo casos como el atentado a Jorge Visbal (expresidente de Fedegán), en el que se utilizó un rocket que era de los del ejército ecuatoriano con serial y todo, entonces es inexplicable cómo con el acuerdo se priva esta información”.
Marulanda explicó que este serial es como la identidad del arma: “De ahí se sabe de dónde viene, qué empresa la fabricó, cómo y en dónde se vendió, entonces eso se convierte en un problema de seguridad nacional”.