Estados Unidos criticó en un informe anual los graves abusos de los derechos humanos en Rusia y Filipinas, dos países de los que el Gobierno del expresidente Barack Obama se había distanciado y con los que el nuevo presidente, Donald Trump, ha mostrado una intención de acercamiento.
Redacción El Político
El informe anual sobre derechos humanos publicado este viernes por el Departamento de Estado es especialmente crítico con las violaciones en libertad de expresión, política y hacia minorías de Rusia, así como con las "ejecuciones extrajudiciales" en Filipinas, según reseña EFE.
El informe, elaborado durante 2016 -cuando aún gobernaba Obama-, subraya las violaciones que se han producido de manos de fuerzas rusas en la anexada península de Crimea y en zonas donde operan grupo separatistas apoyados por Moscú.
"La ocupación y la pretendida anexión de la península ucraniana de Crimea continuó afectando a la situación de derechos humanos significativa y negativamente", señala el informe, que fue distribuido a la prensa sin que el secretario de Estado, Rex Tillerson, lo presentara en rueda de prensa como era habitual.
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El informe, con datos de 2016, atribuye a separatistas rusos en Ucrania "miles de muertes de civiles", así como "extendidos abusos".
En lo que se refiere al territorio ruso, el informe destaca los intentos de las autoridades de suprimir el derechos de asamblea y de expresión y de "restringir la capacidad de los ciudadanos de elegir su Gobierno por medio de elecciones justas y libres".
El texto también destaca "el aumento de las medidas para suprimir a las voces disidentes", además de los abusos que se producen contra homosexuales y transexuales.
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En cuanto a Filipinas, que desde junio pasado preside Rodrigo Duterte, un defensor de la mano dura y el autoritarismo contra el crimen, el informe señala que "las ejecuciones extrajudiciales han sido la gran preocupación durante muchos años, pero han aumentado en el último año".
El Departamento de Estado señala que vigilantes informales y policías han matado, desde que Duterte llegó al poder, a más de 6.000 sospechosos de narcotráfico.
El informe ve también preocupante "el aparente desprecio del Gobierno por los derechos humanos", el "débil" estado del sistema judicial y la corrupción y abuso de poder.