General Motors (GM) redujo una vez más su tamaño al acordar la venta de su filial europea Opel/Vauxhall a la empresa francesa PSA, lo que le permitirá desprenderse de una de sus mayores fuentes de pérdidas de la última década.
Redacción El Político
Junto a la venta de Opel/Vauxhall, GM también acordó hoy la venta de sus operaciones financieras de GM Financial a un consorcio formado por PSA y la entidad BNP Paribas.
En total, la operación está cifrada en 2.200 millones de euros e incluye la suscripción por parte de GM de 650 millones de euros de garantías de PSA, que tendrán un madurez de nueve años y que podrán ser ejercidas cinco años después de su fecha de emisión.
Las garantías corresponden a unos 39,7 millones de acciones de PSA, alrededor del 4,2 % de su capital, aunque no dan a GM derecho de voto.
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Los directivos de GM justificaron hoy la venta de Opel/Vauxhall, que ha sido parte del fabricante estadounidense desde el principio del siglo XX, porque permitirá a la empresa a concentrarse en el "núcleo" de su negocio, beneficiará a sus accionistas y eliminará riesgos.
El presidente del consejo de administración de GM, Dan Ammann, fue más allá y reconoció que Europa ofrece más peligros que posibles beneficios para el fabricante estadounidense.
Tras señalar que Opel ha supuesto pérdidas para GM desde el inicio del siglo XXI, y aunque reconoció que la situación había mejorado en los últimos años, Ammann declaró durante una conferencia telefónica con grandes bancos de inversión que Europa ya no era "atractiva" para su compañía.
"A pesar de las fuertes mejoras en los últimos años, de cara al futuro vemos que los riesgos superan las oportunidades para Opel/Vauxhall en su forma actual. Es el momento adecuado para que abandonemos esta inversión", explicó Ammann.
"Los crecientes costes regulatorios y de cumplimiento seguirán siendo una gran carga en el futuro. Y prevemos que eventos geopolíticos seguirán impactando el comercio en la región como experimentamos en tiempo real con brexit", continuó el ejecutivo de GM.
"Todos estos riesgos se hacen más difícil cuando se intentan encarar desde una posición de ‘subescala’. Por ello, hemos decidido que la oportunidad de Europa no es ya atractiva para nuestra empresa cuando valoramos los significantes riesgos", terminó señalando.
La venta de Opel/Vauxhall cierra la reestructuración iniciada por General Motors en 2009, cuando se declaró en suspensión de pagos y sólo la inyección de decenas de miles de millones de dólares en ayudas gubernamentales, evitó su desaparición por dificultades financieras.
GM renació ese mismo año tras eliminar cuatro de sus marcas (Pontiac, Saab, Hummer y Saturn) y transferir su brazo financiero GMAC al Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que posteriormente privatizó la firma con el nombre de Ally.
Entonces, GM estudió la venta de su filial europea Opel/Vauxhall como parte de su reestructuración, pero finalmente desestimó esa opción.