Los jóvenes chilenos Francisco Solar y Mónica Caballero regresaron este martes a su país en calidad de ciudadanos libres tras ser expulsados de España como forma de sustituir la pena que cumplían por instalar una bomba en la Basílica del Pilar de Zaragoza (noreste) en octubre de 2013.
Redacción El Político
La pareja no emitió declaraciones en su llegada a Chile, donde fueron recibidos por sus familiares, quienes actuaron como escoltas para evitar cualquier contacto con la prensa.
La expulsión se produjo este lunes por orden de la Audiencia Nacional española, según fuentes jurídicas. Los condenados Francisco Javier Solar, "Cariñoso", y Mónica Andrea Caballero, "Moniquita", no podrán volver a España en un periodo de ocho años, según reseñó EFE.
El veredicto se dio a conocer luego de un largo proceso judicial, en el que los chilenos, condenados a cuatro años y medio de prisión, invocaron el artículo 89 del Código Penal español, que establece que las penas de más de un año de prisión en contra de un ciudadano extranjero pueden ser reemplazadas por su expulsión del territorio nacional.
En el juicio al que fueron sometidos, los dos jóvenes fueron considerados culpables de colocar en la Basílica del Pilar un artefacto que estalló en la nave central y que estaba compuesto por una bombona de butano, dos kilos de pólvora y un reloj activador.
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El atentado causó daños en algunos bancos de madera situados frente al altar mayor y lesiones en un oído a una mujer que se encontraba en el templo.
La Audiencia Nacional les condenó a 12 años de cárcel, pero el Tribunal Supremo rebajó la pena, al considerar que los daños por el atentado, ocurrido en octubre de 2013, no afectaron gravemente a bienes de interés cultural e histórico.
La pareja -que durante su estancia en prisión cursó estudios y contrajo matrimonio- regresó este martes a Chile en condición de ciudadanos libres, ya que carecen de causas pendientes con la Justicia de este país, luego de que en 2012 fueran absueltos de cargos por el denominado "caso bombas".
En esa ocasión, el ministerio público acusó a Francisco Solar de participar en atentados contra la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) y el Consejo de Defensa del Estado (CDE).
Asimismo, la fiscalía acuso a Mónica Caballero de instalar un artefacto explosivo en la entrada de la Iglesia de Los Sacramentinos, ubicada en el centro de la capital chilena, en el año 2009.
Fue durante el juicio que la pareja se conoció e iniciaron una relación en medio del proceso judicial. La pareja de jóvenes anarquistas finalmente se casó en España estando en prisión.