Quienes llegaron a la playa de Punta Colorada esta mañana habrán advertido con sorpresa la presencia de dos grandes tortugas marinas muertas en la orilla.
Andrés Estrades, director de la ONG Karumbé –dedicada a la protección de tortugas marinas– no le sorprende demasiado. Desde que comenzó el verano, más de 40 tortugas aparecieron muertas en las costas, desde Montevideo a Barra del Chuy. Cinco de esos casos se dieron en los últimos dos días, desde las tormentas del pasado jueves. Esas cinco eran de la especie tortuga cabezona, pero también se identificaron tortugas verdes y tortugas siete quillas.
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Según los análisis realizados por el personal de Karumbé, la causa de muerte de las tortugas es por ahogamiento, provocado por la actividad pesquera. "Las tortugas se enredan en las redes de pesca y se ahogan", explicó Estrades a El Observador.
Karumbé, que cuenta con un equipo de 20 voluntarios, llega a las playas cuando muere una tortuga y realiza un estudio de campo que consiste en "relevar el ejemplar (fecha, hora y lugar), determinar la especie, tomar las medidas biométricas, tomar muestras de tejidos, hacer un estudio interior para determinar el sexo y corroborar si estaba sexualmente activo o no". Después se estudia el estómago en busca de plásticos y se ve si hay agua en los pulmones. "Eso permite identificar la causa de muerte", afirmó Estrades. Una vez que se toman todas las muestras, se entierra al animal en la arena.
El director de la ONG se mostró poco optimista con poder encontrar una solución y, si bien identifica la pesquería como la principal amenaza a las tortugas, destacó la responsabilidad de los pesqueros uruguayos.
"Karumbé tiene 18 años de trabajo y hace 10 tuvimos programas de educación junto con los pescadores, capacitándolos para que supieran qué hacer en caso de encontrar tortuga afectada y cómo recuperarla para devolverla al mar saludablemente".
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