La precaria oferta laboral del Estado estimuló la migración de trabajadores al emergente sector privado en Cuba. Sin embargo, son ahora las nuevas restricciones e impedimentos que coloca el régimen cubano a los comerciantes lo que ahora podría incrementar el desempleo en Cuba, reseña el blog Cubanos por el mundo
Redacción El Político
Según una arquitecta de la empresa constructora Puerto Carena, tras las nuevas restricciones impuestas a artesanos que comercian en el Casco Histórico de La Habana, lejos de auspiciar el entretenimiento para turistas y una forma de progreso para los trabajadores, se continúa en detrimento de ello.
El régimen cubano ha retrocedido nuevamente en su complicada relación con el sector privado. La Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) ha venido aplicando restricciones a transportistas privados y ahora ha decidido mover a los vendedores de libros antiguos a un lugar de menor visibilidad, a pesar de que durante dos décadas se ubicar en la Plaza de Armas.
Tras la ola de persecución a propietarios de paladares en Camagüey, la arremetida en contra de boteros, es el turno de los artesanos que tenían sus puestos de venta en escaleras de edificios de La Habana Vieja, tras acuerdos con los habitantes de esos inmuebles, a quienes le cancelaban la ubicación.
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