Decididos a mostrar su apoyo incondicional a la comunidad extranjera de sus ciudades ante las medidas migratorias del presidente Donald Trump, alcaldes de todo el país encabezan y promueven un pedido para que se apruebe una reforma migratoria integral.
Redacción El Político
"Una reforma con vía a la ciudadanía es posible y críticamente importante en este momento, necesitamos que nuestro cuerpo policiaco tenga la confianza de la comunidad inmigrante y hay que trabajar en eso", dijo el alcalde de Los Ángeles (California), Eric Garcetti, reseña EFE.
Casi 60 ayuntamientos en 36 estados de la nación se unieron hoy al Día de Acción de Inmigración, iniciativa patrocinada por la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos, que pretende enviar un fuerte mensaje al Gobierno federal sobre la necesidad de proteger a la comunidades inmigrantes.
La acción, que pretende extenderse por varias semanas, llega un día después que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) publicara una lista con los nombres de los condados y ciudades que supuestamente no están colaborando con los agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) y no permiten el arresto de extranjeros con récord criminal.
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La ciudad de Austin (Texas) se encuentra en el Condado de Travis, uno de los condados más nombrados en la lista gubernamental de los 206 inmigrantes que no pudieron ser arrestados por las autoridades federales.
A pesar de las acusaciones, el alcalde de la ciudad, Steve Alder, se mantiene firme en su decisión de apoyar a la comunidad inmigrante argumentando que es una cuestión de "seguridad pública".
"Esta es una de las comunidades donde ya nos están reteniendo fondos (por defender a los inmigrantes). Es bueno saber que no estamos solos y que hay más comunidades involucradas en este tema", aseveró Alder.
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Los jefes de los ayuntamientos que participan en el esfuerzo nacional dejan claro en que la acción no es un cruzada contra el Gobierno federal ni contra la Administración Trump.
Los alcaldes coinciden con que el país, los estados y las ciudades se deben concentrar en mejorar los salarios y trabajos, reforzar la seguridad nacional y restaurar el respeto las leyes; por eso aseguran que ninguna de estas metas se puede lograr si no existe unidad y confianza entre las autoridades y la comunidad, que incluye a los inmigrantes.