El expresidente egipcio Hosni Mubarak fue puesto en libertad y abandonó el hospital militar donde ha estado recluido buena parte de los pasados seis años, desde que fue detenido tras la revolución que le derrocó en 2011.
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El "faraón" fue detenido de forma preventiva en abril de 2011, poco después de haber sido obligado a dejar el poder, y ha permanecido desde entonces en la cárcel o bajo vigilancia en el hospital de las Fuerzas Armadas de Maadi, debido a su delicado estado de salud y su avanzada edad, 88 años.
Su puesta en libertad representa para muchos revolucionarios y activistas el final de los intentos de que se haga justicia por los abusos y la corrupción durante los 30 años de dictadura (1981-2011) y por la violencia durante la revolución del 25 de enero.
Con información de EFE