Un estudiante que se encontraba grabando un video para criticar el Código de Policía se tomó muy en serio la producción y tomó prestado un uniforme real de la institución, lo cual constituye un delito.
¿Qué haría si un policía con aretes, tenis y dreadlocks (peinado común de los rastafaris), le pide su cédula o le ordena una requisa? Aunque las posibles respuestas pueden variar, la pregunta no es un supuesto. En realidad ocurrió.
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La curiosa escena fue presenciada por cientos de habitantes del centro de Medellín, que no daban crédito a lo que veían: un hombre con dreadlocks y expansiones portando el uniforme completo y original que utilizan los bachilleres de la Policía en todo el país.
El hombre tenía las dos piezas básicas del uniforme, la gorra y hasta el chaleco verde fosforescente característico.
Con esas prendas, Andrés Felipe Calderón, como fue identificado el joven, empezó su recorrido por el Parque Bicentenario. A tan solo unos pasos del lugar hay un CAI, que empezó a recibir varias llamadas de personas interrogando si era permitido que un bachiller de la institución tuviera el pelo largo y portara elementos que no hacían parte del tradicional uniforme. Los -verdaderos- agentes llegaron hasta donde estaba Calderón y lo llevaron a la caseta policial. Allí, los policías constataron que el uniforme que vestía era original. Posteriormente lo cuestionaron sobre el por qué llevaba prendas oficiales de la Policía y cuál era la procedencia del traje.
“Mirando sus características no correspondía al reglamento que nosotros utilizamos porque, entre otras cosas, llevaba barba, el cabello largo y tenis. De inmediato la ciudadanía nos informó sobre este sujeto y lo capturamos porque llevaba prendas de uso privativo de la Policía Nacional”, manifestó a Noticias Caracol el general Óscar Gómez Heredia, comandante de la Policía Metropolitana de Medellín.
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En realidad, Calderón, estudiante de artes escénicas en la Universidad de Antioquia, estaba grabando parte de un video para YouTube en el que hace una crítica al nuevo Código de Policía. Por eso tomó prestado el traje de un familiar, aunque al parecer este no sabía cuál era el fin del uniforme. Y aunque parece un chiste, la situación de Calderón es muy compleja. En estos momentos se encuentra en una celda de la Fiscalía y está esperando la imputación de cargos por el delito de uso indebido de uniformes de la Fuerza Pública, contemplado en el artículo 346 del Código Penal.
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