El gobierno español ha denunciado este viernes las acciones llevadas a cabo por viticultores franceses contra vinos de origen español, una "quiebra al Estado de Derecho", según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Lamentando unos hechos que "se producen con desafortunada periodicidad" el ministerio precisa haber "trasladado oficialmente su preocupación a las autoridades francesas".
"Representan una quiebra del Estado de Derecho" y "una violación flagrante del mercado único, pilar fundamental de la Unión Europea", considera el gobierno, que teme que los clientes franceses, por temor a ataques similares, terminen renunciando a comprar esos productos.
A finales de la semana pasada varios viticultores incendiaron los locales de un negociante en vino de la ciudad de Beziers, en el sur de Francia. Otros saquearon los estantes de venta de vinos de un supermercado de Narbonne, también en el sur.
El jueves decenas de viticultores destrozaron botellas de vino, algunas de origen español, en tres supermercados de Nimes (sur).
España considera que son "ataques a la libertad de comercio", indicó también la cancillería que ya en enero alertó a la Comisión europea de ataques contra camiones españoles que transportaban vino.
Para los viticultores franceses España representa una importante competencia.
Con 1,02 millones de hectareas dedicadas al viñedo, dispone de la mayor superficie mundial dedicada a la uva y es el primer exportador mundial, aunque en volúmen es superado por Francia, según la Organización internacional del viñedo y del vino (OIV).
AFP