El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, llegó a Rusia con un ultimátum para el presidente ruso, Vladímir Putin, al que instó a elegir entre el régimen sirio de Bachar al Asad y una alianza con Occidente.
Tillerson, el primer alto funcionario de EEUU que visita este país desde la llegada al poder del presidente Donald Trump, puso en duda que la alianza con Al Asad e Irán sirva a los intereses de Rusia "a largo plazo".
"¿Es esa una alianza a largo plazo que sirve a los intereses de Rusia o preferiría unirse a Estados Unidos, junto con otros países occidentales y de Medio Oriente, para resolver la crisis en Siria?", declaró antes de viajar rumbo a Rusia.
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Tillerson, que participó en Italia en una reunión de Exteriores del G7 y acordó con la primera ministra británica, Theresa May, "presionar" a Rusia, subrayó que "está claro que el reinado de la familia Al Asad está llegando a su fin".
A su vez, Putin destacó que la situación creada tras ese presunto ataque químico en Siria le recuerda a la invasión de Irak en 2003, "cuando los representantes de EEUU en el Consejo de Seguridad mostraron las supuestas armas nucleares encontradas en Irak".
"Después de eso comenzó la campaña en Irak, la militar, que terminó con la destrucción del país, un aumento de la amenaza terrorista y el surgimiento del Estado Islámico", señaló.
Y acusó a los países occidentales de querer normalizar a costa de Rusia las relaciones con Trump después de tomar partido durante la campaña electoral en EEUU en favor de su rival, Hillary Clinton.
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"Muy buena plataforma para la consolidación: Siria y Rusia. Ya hay un enemigo común. Magnífico. Estamos dispuestos a aguantar, pero esperemos entrar de todas formas en una fase positiva cooperación", dijo.
Moscú lamenta que Washington haya acusado a Damasco "sin pruebas", cuando en dicha zona opera el Frente al Nusra y cuando hay numerosos casos de uso de armas químicas por parte de grupos terroristas en Siria e Irak, afirma.
Mientras Putin daba una de cal, la Cancillería rusa daba otra de arena al expresar su deseo de que la visita de Tillerson sea "productiva" y la voluntad de normalizar las relaciones con EEUU, eso sí, desde "un plano de igualdad" y "sin renunciar a sus legítimos intereses".
Y culpó de que las relaciones "atraviesen su momento más complicado desde el fin de la Guerra Fría" a la anterior Administración de Barack Obama.
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Tillerson se reunirá este miércoles con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aunque no se descarta un encuentro de última hora -o incluso esta noche- con Putin en el Kremlin.
Fuente: EFE