La oposición sudafricana acompañada de miles de sus simpatizantes de tomaronel centro de Pretoria para reclamar al presidente del país, Jacob Zuma, que abandone el poder tras una polémica remodelación de Gobierno que ha fracturado a su propio partido.
Vestidos con los colores de las formaciones de la oposición, los manifestantes -unos 10.000 según la Policía- desde la mañana en la Plaza de la Iglesia de la capital, desde donde se han desplazado hasta la sede presidencial de los Union Buildings coreando consignas contra Zuma, que cumple hoy 75 años.
"Porque amamos Sudáfrica, hoy vamos a marchar de la mano con todos los partidos políticos. Queremos enviar un único mensaje, el de que Zuma debe renunciar", declaró el líder del opositor Combatientes por la Libertad Económica (CLE), Julius Malema, a los presentes
El CLE, el principal partido de la oposición, la Alianza Democrática (AD) y las demás formaciones críticas con Zuma acusan al presidente de haber sustituido a sus ministros más íntegros por políticos dóciles que se someterán a sus designios.
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La destitución el 31 de marzo del anterior ministro de Finanzas, el respetado Pravin Gordhan, ha desatado una ola de indignación que llevó a destacadas figuras del oficialismo a pedir abiertamente la marcha de Zuma.
Gordhan se había opuesto por su elevado gasto al proyecto de Zuma de construir nuevos reactores nucleares en Sudáfrica, un plan prioritario para el presidente que, según sus adversarios, supondría la concesión de suculentos contratos públicos a sus parientes y miembros de la familia Gupta.
De origen indio y con negocios con uno de los hijos de Zuma, los Gupta han hecho fortuna gracias a contratos con el Estado y -según han denunciado varios altos cargos del gobernante Congreso Nacional Africano (CNA)- han llegado a ofrecer puestos de ministro en nombre del presidente.
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El nombre de los Gupta ha tenido casi tanto protagonismo como el de Zuma en esta nueva jornada de protestas, la segunda en menos de una semana, después de que 70.000 sudafricanos demandaran el viernes la renuncia del presidente en concentraciones en todo el país.
"Zuma debe irse, porque ha destrozado la economía para vender el país a los Gupta. Los más pobres están pagando las consecuencias", dijo a EFE Mayisha Makgomarela, uno de los participantes de la marcha de hoy.
Como es habitual en los actos públicos en África, los concentrados cantaron canciones de reivindicación política y mostraron infinidad de pancartas contra el presidente y esta familia de empresarios de origen indio.
Uno de los eslóganes más populares fue "Abajo Zupta", nombre que fusiona los apellidos del presidente con los del clan de empresarios extremadamente impopular en Sudáfrica.
Varios ciudadanos se presentaron al acto con ataúdes de cartón con la cara de Zuma y simularon repetidamente el funeral del hombre al que recriminan haber traicionado por dinero los principios de la lucha contra el apartheid, por la que el propio presidente pasó diez años encarcelado.
Como ya ocurrió el viernes, sudafricanos de todas las razas se sumaron a la movilización contra Zuma, quien denunció esta semana el "racismo" de las protestas masivas en su contra.
Mientras la marea de manifestantes avanzaba hacia los Union Buildings guiada por los líderes opositores, el cuarto ministro cesado por Zuma en su remodelación gubernamental del 31 de marzo presentaba su dimisión como parlamentario.
La prensa local ve en estas dimisiones una forma de evitar votar a favor de la moción de censura que los partidos de oposición presentarán en los próximos días contra Zuma en el Parlamento.
El CNA que lidera Zuma tiene mayoría absoluta en la cámara y ha ordenado a todos sus diputados que voten en contra de la moción de la oposición, que ha apelado a la conciencia de los diputados oficialistas descontentos para pedirles que apoyen la iniciativa para derrocar al presidente.
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Las formaciones opositoras han acudido al Tribunal Constitucional para pedir que la moción se vote en secreto, lo que permitiría a los diputados del CNA romper la disciplina de partido sin enfrentarse a represalias.
Zuma finaliza su segundo y último mandato en 2019 y dejará de ser el próximo diciembre líder del CNA.
Los más de ocho años que lleva en la presidencia han estado marcados por los escándalos de corrupción, la ralentización del crecimiento económico, la depreciación del rand y la destrucción de empleo en Sudáfrica.
EFE