La canciller alemana, Angela Merkel, condenó este jueves los atentados cometidos en Baviera, que calificó de ataques contra un "modelo de sociedad abierta", y reafirmó su convicción de que el país superará "esta prueba histórica" de acoger refugiados. "Los yihadistas quieren socavar nuestra voluntad de acoger a las personas que lo necesitan. Nos oponemos firmemente", dijo la líder conservadora.
A los que cometieron los atentados de Würzburgo y Ansbach "no les importó nada que haya refugiados que de verdad precisan nuestra protección", apuntó Merkel, en una comparecencia ante los medios, tras los ataques cometidos la pasada semana en dichas ciudades de Baviera, en ambos casos por peticionarios de asilo.
La canciller situó esos ataques al nivel de los que recientemente sacudieron la ciudad francesa de Niza o la estadounidense de Orlando. Todos ellos pretenden "poner a prueba nuestro modelo de sociedad" y "nuestros valores", manifestó.
Merkel ha interrumpido este jueves su período de vacaciones para hacer frente a las acusaciones contra ella, tanto en su país como en el exterior, que apuntan a que su política de puertas abiertas a los refugiados está permitiendo que el terrorismo islamista se adentre en suelo alemán. La política democristiana ha estado de vacaciones en el norte de Alemania desde que presidió una reunión de seguridad el sábado, mientras que el ministro de Interior, Thomas de Maiziere, tuvo que regresar en dos ocasiones de sus vacaciones en los 10 días. La canciller no ha estado en el escenario de ninguno de los ataques que han tenido lugar estos días, y su ausencia ha sembrado dudas sobre su liderazgo.
Los social-cristianos que gobiernan Baviera —aliados de la canciller Merkel, pero críticos con su política migratoria— lanzaron este lunes su ofensiva política. “La gente está atemorizada y desea una clara respuesta del Estado. Necesitamos en Alemania más protección. Baviera actuará con firmeza”, alegó el líder del gobierno regional, Horst Seehofer. Su ministro del Interior ha planteado recurrir a los militares en el territorio nacional para hacer frente a la amenaza terrorista.
Con información de El País