La corte de apelaciones del Noveno Circuito, la mayor de EEUU, está en la mira del presidente Donald Trump después de que éste paralizara varias de sus principales órdenes ejecutivas y vaya a tener que decidir sobre el bloqueo de fondos a las denominadas "ciudades santuario".
Redacción El Político
"Hay mucha gente que quiere dividir el Noveno Circuito", declaró Trump al Washington Examiner asegurando que él mismo está considerando propuestas al respecto, reseña EFE.
Pero no solo el presidente está molesto con este tribunal, sino también varios intentos legislativos anteriores por parte de republicanos, que la consideran como una "corte de apelaciones liberal", intentaron dividirla aunque fallaron.
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Actualmente hay una iniciativa presentada en febrero por los senadores republicanos Steve Daines de Montana y Dan Sullivan de Alaska que propusieron dividirla en dos circuitos.
"Es 85 % más grande por población que el siguiente circuito y tiene tres veces más casos pendientes que el circuito que le sigue", argumentó Daines al presentar su propuesta de separación.
Igualmente, los senadores republicanos de Arizona Jeff Flake y John McCain presentaron otra propuesta para dividir esta corte, "cuyas decisiones afectan el 40 % del territorio de los Estados Unidos", según indicaron.
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No obstante, a parte del tamaño de su jurisdicción (nueve estados y dos territorios estadounidenses en el exterior), lo que parece crear más discordia es la forma en que toma las decisiones.
Hay un extendido criterio de que la corte de apelaciones del Noveno circuito, que incluye 15 distritos federales, tiende a "politizar sus decisiones alineándolas con una mayoría progresista".
Esta fue la opinión de Charlie Góngora, analista del Centro de Desarrollo del Oeste, una organización de investigación social.