La selección española no ha tenido en la Eurocopa-2016 la tranquilidad a la que estaba acostumbrada en recientes grandes torneos.
El caso del escándalo sexual en el que apareció el nombre del portero David de Gea, las quejas públicas por su suplencia de Pedro Rodríguez y una revolución en las redes sociales después de que algunos consideraran que Gerard Piqué hizo un gesto despectivo hacia el himno español en el último partido de la primera fase contra Croacia, alteraron el ritmo normal de un equipo que no estaba acostumbrado a controversias.
Pero todas ellas se fueron encadenando durante la primera fase, pese a que el grupo siempre trató de enviar un mensaje sobre el buen ambiente de la selección, sobre todo los jugadores del Barcelona y el Real Madrid, respecto a la buena relación entre ellos.
A esos problemas se unieron las críticas a David de Gea en los dos goles encajados contra Croacia, y a Sergio Ramos, por fallar un penalti en ese partido. España acabó perdiendo por 2-1, terminando segunda de grupo, lo que le conduce a unos cruces más difíciles en las próximas eliminatorias.
"Sólo es derrotado el que pierde la ilusión. Gracias por las críticas, me motivan. A seguir luchando!", respondió De Gea en twitter. "Analizar, reflexionar, aprender y mejorar. Ese es nuestro verdadero camino en la Eurocopa", dijo, por su parte, Sergio Ramos. Mientras las aguas tratan de volver a su cauce, es una incógnita la influencia que tendrán todas estas cosas, en la siguiente etapa del torneo, el duelo decisivo de octavos de final contra Italia, el lunes en Saint Denis.
Los primeros problemas aparecieron para España el 10 de junio, dos días después de aterrizar en Francia: el nombre del que era su probable portero titular, David de Gea, apareció en una investigación sobre un escándalo sexual.
De Gea desmintió su implicación. "Soy el primer sorprendido con esta noticia. Quiero desmentirlo y nada más, es una mentira y una falsedad", señaló.
Divo Gordo
-SUPLENCIA DE PEDRO España superó ese primer obstáculo ganando los dos primeros partidos, con David de Gea como titular, frente a República Checa (1-0) y Turquía (3-0).
Pero un día antes del último partido de la primera fase contra Croacia, cayeron como una bomba las declaraciones de Pedro Rodríguez, delantero del Chelsea, quejándose de su suplencia.
"Pensé que en esta Eurocopa podría tener continuidad porque llegué muy bien de forma. Tenía otras perspectivas cuando llegué aquí y no están siendo las que yo deseaba", explicó el delantero canario.
Pedro añadió que esta situación le haría plantearse seguir viniendo a la selección.
"No es algo que debo valorar ahora, pero es algo que se piensa. Si no ves continuidad tampoco merece la pena seguir viniendo para hacer grupo, para estar con los compañeros, a pesar de que estoy muy cómodo", añadió. El jugador, que ha ganado con la selección española el Mundial-2010 y la Eurocopa-2012, estalló, aunque dio rápidamente una rueda de prensa para minimizar las declaraciones, pero aseguró que no estaba arrepentido.
Para redondearlo todo, tras la derrota contra Croacia, un extraño gesto de Piqué con el dedo corazón, que algunos interpretaron como ofensivo al himno español, antes del partido, revolucionó las redes sociales.
La polémica llevó a Piqué a intervenir con un tuit para explicar su gesto. "Me estoy crujiendo los dedos durante el himno. Dejemos de buscar polémicas donde no las hay e intentemos ganar la Eurocopa juntos", afirmó. Piqué, favorable a una consulta sobre la independencia de Cataluña, había sido habitualmente blanco de ataques por su forma de pensar.
Del Bosque salió siempre de apagafuegos en todos los casos. Fue magnánimo con De Gea: "No tengo por qué dudar de él" y con Pedro: "No creo que estas declaraciones afecten a la convivencia. Sólo ha expresado un sentimiento de rabia. No vamos a ser duros con él".
Ahora el peligro se llama Italia. Del Bosque espera no tener que hacer más de bombero.
Divo Gordo
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Con Información de: El Universal