El rechazo del líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador a aliarse con otros partidos del mismo espectro político lo coloca en desventaja ante el oficialismo en la elección presidencial de 2018 en México, dijeron analistas políticos.
"Es un error visto lo que pasó en las elecciones del Estado de México", señaló el columnista Salvador García Soto al calificar de "extraña" y "visceral" la negativa de López Obrador a aliarse con el también izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En el Estado de México, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), de López Obrador, participó en solitario y perdió ante el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) por tres puntos en los comicios para gobernador del 4 de junio pasado.
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Además, hubo elecciones en los estados de Coahuila, Nayarit y Veracruz, donde en conjunto Morena se confirmó como un fuerte rival del PRI al recibir una votación global de 2,5 millones de sufragios, según el propio López Obrador.
El dirigente de Morena aprovechó el Congreso Nacional de Morena del pasado 11 de junio para expresar su rechazo a la alianza con el PRD, pero dejó abierta la puerta para recibir el respaldo del Partido del Trabajo (PT).
A García Soto, columnista del diario El Universal, la decisión le pareció "bastante extraña y muy visceral" y explicó que quizá se debe a que el PRD se negó a declinar en favor de Morena en el Estado de México.
El decir no a la alianza puede se una estrategia dirigida a "desfondar al PRD", que en el pasado le ha funcionado a López Obrador al atraer a legisladores y militantes de ese partido a su esfera de influencia.
La lección de los comicios recientes es que las alianzas tendrán un papel destacado en 2018, como lo tuvieron en el Estado de México, donde el PRI ganó gracias a su coalición con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (PNA).
De esta manera, para 2018, el PRI perfila la renovación de su coalición, mientras que el PRD y el conservador Partido Acción Nacional (PAN) han propuesto discutir una amplia alianza abierta a la ciudadanía y Morena surge como un tercero en disputa.
Las alianzas "representan ese plus de votación que puede ser la diferencia" y "van a jugar un papel clave en la elección presidencial" ante un escenario "polarizado y pulverizado en que ningún partido parece con mayoría absoluta, explicó García Soto.
Con un PAN inmerso en disputas por la candidatura presidencial y con un mal resultado en el Estado de México, y un PRD al que no le alcanzan los votos para competir en solitario, todo apunta a una disputa PRI-Morena en 2018, consideró el analista.
El PRD tiene que pensar muy bien su decisión y ver hacia dónde moverse, tiene la perspectiva de una alianza que en teoría lo arroja al PAN y de tener candidaturas propias que le ayuden a mantener su fuerza en algunas regiones del país, indicó.
Para el analista político José Antonio Crespo, que López Obrador se niegue a una alianza con el PRD, partido del que ya fue candidato presidencial en 2006 y 2012, "reduce la posibilidad" de ganar la Presidencia el año próximo.
Crespo consideró también que aliarse con el PT, un partido con un rango de votación bajo, le "aporta muy poco" a López Obrador frente a la confrontación en las urnas con el PRI en el proceso presidencial.
El analista dijo que es previsible que en los comicios por la Presidencia se presente un panorama disputado similar al que se observó en el Estado de México, donde la diferencia entre el primero y el segundo lugares fue mínima.
Consideró viable la posibilidad de una segunda vuelta electoral, no obstante que para el año próximo ya no parece haber tiempo para discutirla y aprobarla en el Congreso.
López Obrador es el más visible de los candidatos presidenciales, en tanto que el PRI y el PAN todavía no definen a sus abanderados, aunque sus procesos deberán estar listos en los próximos meses.
En el PRI se perfilan como candidatos los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio; de Educación, Aurelio Nuño, y de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray.
Del PAN los nombres más visibles para buscar la candidatura son la ex primera dama Margarita Zavala y el líder nacional del partido, Ricardo Anaya.
Por el PRD suenan Silvano Aureoles y Graco Ramírez, gobernadores de los estados de Michoacán y Morelos, respectivamente, y el jefe de Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, que no es militante del partido pero fue su candidato para llegar a su puesto actual.
Fuente: EFE