Los avances en grafología han permitido a la justicia francesa reabrir el caso del asesinato en 1984 del niño Grégory, uno de los más mediáticos de las últimas décadas en el país, por el que tres personas están detenidas, dos tíos y una cuñada del padre de la víctima.
El llamado "caso Grégory", que ha justificado en Francia más de 3.000 artículos de prensa, medio centenar de tesis universitarias, un telefilme y una quincena de libros, está considerado como uno de los mayores misterios criminales del país.
Las mejoras en los estudios en grafología, aplicados a las cartas de amenaza enviadas a la familia del niño antes de su asesinato y posteriormente a uno de los magistrados instructores, han permitido a los investigadores reabrir el caso y proceder a cinco arrestos.
Tres de los detenidos están todavía siendo interrogados mientras que otros dos, los abuelos paternos del niño, nonagenarios, fueron liberados tras prestar testimonio.
Grégory Villemin apareció el 16 de octubre de 1984 atado de pies y manos en el fondo del río Vologne cerca de Lépanges-sur-Vologne, la localidad del este de Francia donde residía con sus padres.
Un hermano del padre recibió una llamada anónima advirtiendo del crimen: "Me he vengado, he secuestrado al hijo del ‘jefe’ (apodo del padre de Grégory) y lo he tirado al Vologne".
Desde entonces, los investigadores han tratado de identificar al autor de la llamada y del crimen.
En un primer momento se acusó a Bernard Laroche, primo del padre de Grégory, sospechoso de tener envidia a éste por su éxito profesional.
Liberado por falta de pruebas, Laroche fue asesinado por el padre de Grégory de un disparo de fusil, por lo que purgó cuatro años entre rejas.
Los investigadores se fijaron entonces en la madre del pequeño quien, sin embargo, fue también absuelta por un tribunal nueve años más tarde.
Cada uno de estos hechos fue seguido de forma profusa por los medios de comunicación, que de nuevo volvieron a colocar el rostro de Grégory en sus portadas tras esta reapertura del caso.
El fiscal de Dijon, Jacques Bosc, aseguró hoy en una multitudinaria rueda de prensa que las investigaciones permiten concluir que el crimen fue cometido "por varias personas" y que hay elementos que apuntan a la posible responsabilidad de los detenidos.
EFE