Miembros del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado estadounidense, liderados por John McCain, pidieron en Kabul aumentar el contingente desplegado en Afganistán y más bombardeos para obtener una ventaja militar que obligue a los talibanes a sentarse a la mesa de negociación.
La respuesta es evitar que los talibanes y la red Haqqani orquesten ataques en centros populosos del país y al mismo tiempo realizar ofensivas contra los restantes. Una vez que eso ocurra, la historia muestra que entonces negociarán", afirmó en rueda de prensa el presiente del comité.
¿Por qué va a querer nadie negociar un punto muerto mientras están ganando?", advirtió McCain, en momentos en que Estados Unidos evalúa un posible aumento de sus tropas en el país, actualmente con 8.400 efectivos en tareas antiterroristas y de asesoramiento a las tropas afganas.
El senador destacó que la nueva estrategia supone una importante oportunidad para hacer "cambios decisivos" que permitan una victoria en Afganistán y advirtió de que, sin la capacidad militar suficiente, se avecinan muchos años de "crisis".
En esta línea, el senador Lindsey Graham indicó que si no se aumenta el actual contingente, insuficiente para cumplir su misión, Estados Unidos debe "retirar a todas sus tropas".
"Más fuerzas estadounidenses, con fuerzas de la OTAN, con más normas de combate agresivas y la utilización del poderío aéreo estadounidense convertirá este punto muerto en éxito", sentenció.
En cuanto al papel de Pakistán, visitado por la delegación de senadores en los últimos días y al que sus vecinos acusan de permitir la estancia de insurgentes, Graham puso sobre la mesa la posibilidad de que Washington "cambie su comportamiento" hacia Islamabad, si este no cambia el suyo.
Según McCain, durante la visita pidieron a las autoridades paquistaníes su colaboración en la lucha antiterrorista y mostraron su rechazo a que la red Haqqani, afiliada a los talibanes, goce de una "zona segura" en el país.
La visita de la delegación parlamentaria se produce días después de que la OTAN anunciase la continuación de su misión más allá de 2017, actualmente con unos 13.000 efectivos, la mayoría estadounidenses, y pidiese a los países miembro "miles" de militares para reforzar su presencia en el país.
El Ejecutivo afgano ha ido perdiendo terreno ante los talibanes y otros grupos insurgentes desde el final de la misión aliada de combate en enero de 2015 y en este momento apenas controla un 57 % del país, según información de Washington.