El hospital infantil británico Great Ormond Street anunció que examinará nuevas posibilidades para tratar a un bebé gravemente enfermo, tras las intervenciones del papa Francisco y del presidente estadounidense Donald Trump.
El hospital tenía previsto dejar de mantener en vida al bebé, Charlie Gard, tras una decisión de justicia a la que se habían opuesto los padres. "Dos hospitales internacionales y sus investigadores nos indicaron en las últimas 24 horas que había nuevos elementos para tratamiento experimental que habían propuesto" explicó el hospital en un comunicado.