El Político.- El hombre de Mesquite, Nevada, quedará en los libros de historia como el autor de la mayor masacre no terrorista de la historia de los Estados Unidos
Las autoridades del estado de Nevada identificaron a Stephen Craig Paddock como el autor de la masacre de Las Vegas, la más grande y sangrienta de la historia de los Estados Unidos desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Atrincherado en su habitación del piso 32 del Mandalay Bay Resort & Casino, el hombre de 64 años disparó a 22 mil asistentes que disfrutaban del Route 91 Harvest Festival.
Los resultados preliminares de la Policía de Las Vegas arrojaron que al menos 50 personas resultaron muertas y más de 200 fueron heridas por los disparos que ejecutó Paddock con un rifle automático cuyo calibre y modelo no fue informado aún.
De 64 años y casado con Marilou Danley, de 62 años quien era buscada intensamente por los investigadores como cómplice del asesino Paddock no tenía hijos y vivía junto con su esposa en una remota vivienda en medio del desierto. La propiedad estaba siendo registrada por los investigadores en horas de la mañana en busca de material y pruebas que pudieran explicar qué motivó al atacante.
El atacante vivía en una casa de dos habitaciones, que durante tres años estuvo valuada en alrededor de 400 mil dólares, en el desértico pueblo de Mesquite, a unos 130 kilómetros al noreste de Las Vegas, cerca de la frontera con Arizona. Previamente, el asesino de más de 50 víctimas habría vivido en Nevada, California y Florida.
Paddock estaba retirado y solía frecuentar casas de apuestas y casinos durante varios días. En ocasiones, "desaparecía" por jornadas completas sin que nadie supiera dónde estaba, aunque lo sospechaban. Incluso, en alguna oportunidad, consiguió ganar grandes sumas de dinero: hasta 250 mil dólares.
Sus registros muestran que era un piloto que llegó a tener dos avionetas propias. Incluso, en los 80 trabajó para la industria militar aérea en Lockheed Martin. No estaba mal económica ni financieramente. Además de su inclinación por las grandes apuestas, a Paddock también le gustaba jugar golf, donde los vecinos lo vieron en los últimos días.