Darse un gusto está casi prohibido en Venezuela donde los sueldos solo quedaron para lo necesario y esperando que se pueda cubrir, pues no alcanza. El ingreso de dinero a las casas venezolanas en usado principalmente para alimentos, atrás quedarán otras necesidades.
El diablito, jamón endiablado que era común verlo en los hogares venezolanos se alejó de los bolsillos y de la mesa de los venezolanos. Y es que esto que era un “gustico” o servía para un desayuno es inalcanzable.
Este producto superó los 80 mil bolívares, mientras el sueldo mínimo apenas supera los 170 mil. Comprar este tipo de alimentos ya no es viable ni para sazonar, debido a que su alto precio lo aleja cada vez de los venezolanos.
Cuando un Diablitos cuesta 85 millones de Bolívares, uno entiende que la fábrica de Kalashnikov será necesaria para fusilar a todas las ratas del gobierno. pic.twitter.com/4O5yZw0HzH
— Francisco (@Proctologo) November 27, 2017