Los días libres que tienen gran parte de los trabajadores venezolanos por el carnaval no lo invertirán en esparcimiento como en años anteriores, ya que la principal premisa es buscar alimentos, medicinas o dinero en efectivo.
Un trabajo de NTN 24 reseñó que en las calles de Caracas el panorama no es tan alegre. Evelia Alarcón declaró: “Hoy me paré a las 4 de la mañana y no he conseguido la harina para hacerme una arepa. ¿Qué puedo hacer? Dormir, será. Esperar la muerte, porque tampoco puedo conseguir el Losartan para la tensión”.
Comer cambur en Venezuela: Otro lujo de la “Revolución” (Vale llorar)
https://t.co/6Hbn1QuBmg— El Político (@elpoliticonews) February 11, 2018
Quienes desean viajar al interior del país, también consiguen obstáculos por los altos costos de los boletos. “Para una persona que gana sueldo mínimo, no puede comprar un pasaje en 600 mil bolívares”, comentó Estefani Aguilera.
El Gobierno venezolano ofreció un bono de 700 mil bolívares en un intento para enfrentar la crisis, no obstante, muchas personas lo consideran una burla, pues la cifra no alcanza para adquirir todos los productos básicos.