Venezuela defendió hoy ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU la celebración de elecciones presidenciales el próximo 22 de abril, y auguró que éstas serán libres, a pesar del boicot de la principal alianza opositora y del llamamiento de la OEA a que los comicios se pospongan. EFE
El ministro de Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, fue hoy el representante de su país en la sesión inaugural de la trigésimo séptima sesión ordinaria del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Almagro exige a Maduro respetar condiciones electorales, sobre todo, observación internacional
https://t.co/GXJQIm1Ddl— El Político (@elpoliticonews) February 26, 2018
Ante este foro, que en los próximos días recibirá a más de cien altos representantes gubernamentales, Arreaza defendió la convocatoria de las elecciones presidenciales a pesar de que la oposición no participará por considerar la fecha prematura para que se den las condiciones democráticas mínimas.
El canciller confirmó la fecha de la celebración de los comicios y especificó que había sido "propuesta, por cierto, por la oposición".
Sostuvo que estas elecciones serán "libres" y aseguró esperar que "todo cumplan con unas elecciones libres", sin especificar a qué se refería.
La fecha de las elecciones presidenciales era uno de los puntos de la negociación que la oposición y el Gobierno venezolano mantuvieron desde diciembre en República Dominicana.
Sin embargo, el 6 de febrero, el diálogo se rompió y quedó en "receso indefinido" tras no alcanzar un consenso entorno a la fecha y a las reglas del juego de los comicios, y el Gobierno de Nicolás Maduro, decidió convocar unilateralmente las elecciones para el 22 de abril.
El canciller recordó que la convocatoria de las elecciones se produjo tras el fracaso del diálogo político en República Dominicana, que a su entender, no llegó a buen puerto porque los opositores "se negaron a firmar el acuerdo".
"Fue un desplante a República Dominicana, al presidente dominicano, Danilo Medina, y (al expresidente español), José Luis Rodríguez Zapatero", que habían mediado en el diálogo, sostuvo.
La Mesa de Unidad Democrática (MUD) -la principal alianza opositora- anunció que no participará en las presidenciales y llamó a crear un frente común contra dichos comicios.
A esta decisión le siguió una resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA), que considera que la convocatoria "imposibilita la realización de elecciones democráticas, transparentes y creíbles de conformidad con las normas internacionales".
Es por ello que la OEA exhortó al Gobierno de Venezuela a que "reconsidere la convocatoria prematura de elecciones presidenciales y presente un nuevo calendario electoral que haga posible la realización de elecciones con todas las garantías necesarias para un proceso libre, justo, transparente, legítimo y creíble".
Específicamente, la entidad regional pidió que en las elecciones participen todos los partidos, observadores internacionales y un Consejo Nacional Electoral "cuya composición garantice su independencia y autonomía".
Precisamente, hoy Arreaza afirmó que esperan que los comicios puedan ser verificados por distintas organizaciones internacionales, como la CEDAO (Comunidad de Estados de África del Oeste) o el CARICOM (Países del Caribe), entre otras.
Hasta la fecha, sólo el presidente Maduro ha confirmado que se presentará a los comicios.
Arreza contó hoy, como en anteriores ocasiones, con el apoyo de Ecuador.
En una entrevista con Efe, la ministra de Exteriores de Ecuador, María Fernanda Espinosa, dijo confiar en que se retome el proceso de diálogo de Santo Domingo.
"Nosotros confiamos en que ese diálogo se pueda retomar y creemos que toda solución de un problema serio pasa por llegar a acuerdos. Sin epítetos, sin primeras planas de periódico", recalcó Espinosa.
Sobre la resolución adoptada en la OEA, la canciller ecuatoriana recalcó que "la prescripción simplemente no funciona".
Ecuador, que se abstuvo por una cuestión de procedimiento y porque "el espacio de la OEA no ha rendido los frutos hasta el momento que se quieren para resolver el tema venezolano", según la canciller, cree que "el dar la instrucción de cómo queremos que se comporte un país normalmente no tiene los efectos que se desea".
Por otra parte, Arreza desmintió enérgicamente que Venezuela esté atravesando una crisis humanitaria, y señaló que si existe escasez, ésta se debe a las sanciones internacionales "impuestas injustamente" contra su país.
Asimismo, negó que haya una "crisis de refugiados" a pesar de las decenas de miles de personas que han huido de Venezuela y se han refugiado en los países limítrofes, como Brasil y Colombia.
El jefe de la diplomacia venezolana arremetió, además, contra la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, por "emitir informes infundados" respecto a lo que sucede en Venezuela "sin visitar" el país.