La nueva generación de narcotraficantes colombianos, no tienen nada que ver con el estilo característico de Pablo Emilio Escobar Gaviria, reconocido narcotraficante y político colombiano, además fundador y máximo líder del Cartel de Medellín.
El Político
“Bajo perfil” es el secreto de los nuevos narcos, con el lema de que “el dinero puede comprar lo incomprable”, pensando que todo y todos tienen un precio. Se caracterizan por ser personas más formadas, movilizándose entre las clases altas y tratando de pasar “debajo” del radar de las fuerzas de antidroga, con mucha cautela.
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Así mismo, los narcos colombianos que conforman la nueva generación, no tocan un kilo de cocaína y mucho menos una pistola, por el contrario, sus armas son un teléfono móvil encriptado, una variada cartera de negocios establecidos legalmente y un íntimo conocimiento de las finanzas mundiales.
En Colombia, algunos le llaman “traqueto” al narcotraficante e incluso se pudiese hablar de la “cultura traqueta”, que son los hábitos, términos y símbolos que se formaron desde los primeros años del cartel de Medellín y de Cali.
Tal es el caso de Escobar quien era, en ese sentido, el “traqueto” por excelencia; de familia humilde con escasa formación académica, pero lleno de una ambición e iniciativa que lo llevaron a ser considerado el narcotraficante más famoso de la historia en pocos años. Además de convertirse en el hombre más buscado del mundo entre finales de los 80 y principios de los 90.
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Sin embargo, como todo tiene fin, le llegó el turno a él, falleciendo cercado por fuerzas de seguridad en diciembre de 1993, después de declararle la guerra el Estado. Bajo su sombra se forjó toda una generación de “traquetos” ansiosos de ser el nuevo “Patrón”, pero ninguno lo logró (o al menos ninguno de los que llegó a ser descubierto).
De igual manera, los “éxitos” en lucha antidroga alcanzados en Colombia en la primera década de este siglo, a la par del empoderamiento de las organizaciones mexicanas que se apropiaron del mercado estadounidense, llegaron a hacer creer que el narcotráfico finalmente estaba por ser derrotado en el país sudamericano.
Sin embargo, de acuerdo al informe “La nueva generación de narcotraficantes colombianos post-FARC: ‘Los Invisibles’”, escrito por Jeremy McDermott, del centro de investigación de crimen organizado Insight Crime, este diagnóstico optimista fue apenas un espejismo.
Con información BBC