Los analgésicos aparecen de repente en las farmacias. Sin embargo, a precios multiplicados e inesperados que hace convierten en inalcanzable para muchos ciudadanos.
El Cooperante
Durante los primeros meses del año, se notó la escasez de los analgésicos en las farmacias de Punto Fijo; paulatinamente han comenzado a reaparecer en las estanterías de los expendios de medicinas, pero con costos elevados y aumentando cada vez más, según reseñó Nuevo Día.
En varias farmacias de Punto Fijo, propietarios y encargados coinciden en afirmar que los precios de analgésicos se multiplicaron durante el último mes. Los porcentajes de incremento varían entre 100 y 1.000%; para los pacientes y familiares, estos precios representan verdaderos dolores de cabeza.
La regente de la farmacia Don Luis, Mónica Romero, destacó entre los calmantes de dolor más asequibles, el atamel (acetaminofen), cuyo precio actual es de 1.700.000 bolívares, y hasta el mes pasado se podía conseguir en 500.000 bolívares. El meloxican pasó de 500.000 a 1 millón de bolívares, pero si es en ampollas, el costo es de 30 millones de bolívares.
El notolac pasó de 900.000 bolívares a 9 millones, pero si es el sublingual, cuesta 10 millones de bolívares. En farmabien Nazaret, la regente Wilmary Ruiz refiere que hay medicamentos como los antibióticos y anticonvulsivos que siguen escasos, y los pocos que le surten son a precios exagerados.
Entre las opciones más económicas para dolores de cabeza, musculares o de malestar general, destacan ascafil, que pasó de 600.000 a 1,6 millones de bolívares, o el brugesic, antes a 500.000 bolívares, ahora en 1,7 millones de bolívares.
La dipirona (bral), que permaneció mucho tiempo ausente, ahora se consigue con precio de 3 millones de bolívares. También la novalcina reapareció con precio de 2,6 millones de bolívares.
Fuente: El Cooperante