En los estados Trujillo, Sucre, Portuguesa y Apure no se editan periódicos actualmente
En el más tradicional quiosco de periódicos de La Grita, pueblo de la cultura y las letras por excelencia, ya no venden periódicos; solo hay loterías. Primero desaparecieron los editados en Caracas, esos que los lectores esperaban a diario aunque algunas noticias ya hubiesen caducado a las 2:00 de la tarde, cuando llegaban. Luego dejaron de madrugar por los regionales. Más silenciosa que la de otros sectores, la prensa también vive su propia crisis.
Son 55 los medios impresos del país que han dejado la calle entre 2013 y 2018, de acuerdo con los registros propios del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS Venezuela).
De ellos, 39 han suspendido la circulación de manera definitiva; otros 16 han recurrido a paralizaciones de impresión intermitentes y continúan operando. “La mayoría de los medios impresos se ha reinventado en el formato digital, pero la crisis ha provocado el cierre de 19 de estas empresas periodísticas”, subraya la organización no gubernamental.
Cambios en el Táchira
El Táchira es ahora un estado sin prensa escrita cada domingo y lunes, los dos días de la semana cuando cesa la edición impresa de La Nación, el único diario de esta zona de frontera.
Diario Católico, decano del periodismo regional, sobrevive como un semanario de 16 páginas a blanco y negro únicamente por suscripción para la mitad de las parroquias de la Diócesis.
La edición Táchira del Diario de Los Andes perdió esa periodicidad en octubre de 2015, después de 23 años en el mercado. Desde enero de 2016 el producto editorial circuló como Semanario de Los Andes hasta agosto pasado, cuando anunció una despedida en formato físico por tiempo indefinido. “La falta de papel nos detiene”, titularon su breve editorial.
Igual destino corrió la edición Trujillo del Diario de Los Andes. En esa entidad, la crisis económica también obligó al cierre del diario El Tiempo, con lo cual Trujillo se convirtió en territorio sin prensa escrita, al igual que los estados Sucre, Portuguesa y Apure, donde tampoco circulan periódicos en la actualidad.
Si en el vecino estado Mérida se considera que el diario Frontera lleva más de tres meses sin circular, y que la edición zonificada de Los Andes cerró el año pasado, se puede concluir que Pico Bolívar (Mérida) y La Nación (Táchira) son los dos únicos diarios que continúan activos en los Andes, una región estratégica de más de 3 millones de habitantes.
“8 páginas para poder seguir con ustedes”, anuncia Pico Bolívar por estos días en un aviso de su portada; se trata de un medio tabloide (pequeño) que ahora imprime el equivalente a cuatro páginas tamaño estándar (grande).
Cambios en todo el país
La crisis de los medios impresos se ha sentido con mayor fuerza en 2018, cuando han suspendido su circulación 26 periódicos, es decir, 47% de los casos registrados por IPYS Venezuela. De manera definitiva no han vuelto a la calle 19 de estos, mientras que los otros 7 diarios han logrado tener paralizaciones apenas temporales.
Son 14 los diarios de Venezuela que han cambiado su periodicidad a semanario o que han reducido sus días de circulación para rendir las reservas de papel y abaratar costos de producción, registra IPYS Venezuela. Esto ha sucedido, particularmente, entre 2017 y 2018.
Dejaron de ser diarios y se convirtieron en semanarios marcas tradicionales como Notitarde, en Carabobo; El Tiempo, en Anzoátegui; Sol de Margarita, en Nueva Esparta; o El Sol de Maturín, en Monagas. Todos, líderes en sus regiones. Recortaron su salida a la calle otros nombres de referencia como El Nacional, que ahora no circula los días sábados y lunes; o El Informador, que ya no se lee en Lara los viernes y sábados, entre otros.
En Falcón empezó a circular la edición impresa más pequeña del país: la del diario Nuevo Día, reducido al tamaño de un cuarto de página glasé.
Otros, en cambio, ya no lo contarán más en papel, como los desaparecidos El Carabobeño, en Carabobo; La Verdad y Versión Final, en el Zulia; Correo del Caroní, en Bolívar; El Tiempo, en Trujillo; o El Impulso, en Lara, el periódico más longevo de Venezuela hasta que apagó la rotativa luego de 114 años.
Periodistas, reporteros gráficos y trabajadores de medios impresos de Lara, Portuguesa y Yaracuy marcharon el pasado 5 de septiembre para reclamar la falta de papel y exigir respeto al derecho a la información. Allí dijeron que solo en centroccidente han cerrado seis medios este año. En Barquisimeto entregaron un documento en el que piden al gobierno regional que interceda ante el estatal Complejo Editorial Alfredo Maneiro, único proveedor de papel e insumos.
Este mes se cumple un año desde que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos exhortó al Gobierno a adoptar “de manera urgente” medidas para asegurar que los medios puedan operar en el país sin restricciones al derecho a la libertad de expresión.
Fuentes gubernamentales han indicado que el bloqueo económico contra el país habría impactado en la imposibilidad de traer más papel desde Canadá hasta Venezuela, donde no se produce este insumo fundamental de las artes gráficas. En mayo pasado el Ejecutivo nacional propuso a los impresos constituir una empresa mixta, de forma de sustituir las importaciones.
El numeral tres del artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos de la OEA establece que el derecho de la libertad de expresión no puede ser restringido por vías o medios indirectos, tales como “el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos”, recuerda IPYS Venezuela.
Entre tanto, el lunes de la semana que termina sucedió algo por primera vez en 29 años de programa de radio de César Miguel Rondón: no hubo lectura de periódicos porque no llegó ninguno a la estación. Es una industria en colapso, lo interpretó en su Twitter el también moderador del espacio Luis Carlos Díaz. En los quioscos desnudos de papel también lo creen.
Fuente: La Nación