En regímenes como el que domina a Venezuela la percepción pública es la primera línea de batalla. Controlar la narrativa es una de las lecciones de Antonio Gramsci que aplican de manera incansable.
Fieles a esa táctica Nicolás Maduro y los voceros de su gobierno han incorporado la noción de “guerra económica” y las sanciones a su discurso, persuadidos de que repetir mil veces una mentira la hace verdad.
Reabren Consulado de Venezuela en Miami
Después de todo tienen un precedente exitoso: Cuba. Incluso entre críticos de la dictadura castrista se acepta el concepto de “bloqueo económico” por parte de Estados Unidos, aunque esto simplemente no tenga asidero alguno en la realidad.
Desde 1960 Washington ha impuesto una serie de restricciones a la actividad comercial con ese país en lo que rigurosamente es un embargo comercial, que obliga a Cuba a pagar de contado ciertos bienes y servicios a su vecino e impone (desde los 90) condiciones adicionales a las empresas estadounidenses. Lo que sin embargo no ha impedido que Estados Unidos sea el principal proveedor de alimentos de Cuba, así como el origen de sus ingresos en moneda fuerte por concepto de remesas.
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