Las ventas exteriores de la región comenzaron a caer tras el repliegue del comercio mundial, el recrudecimiento de los impulsos proteccionistas y el abaratamiento de muchos productos básicos. Esta situación se registró en el primer trimestre de 2019, por primera vez en más de dos años, según publicó ElPaís
Por Redacción El Político
De acuerdo con los datos publicados este martes por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el valor total de las exportaciones de los países de América Latina y el Caribe retrocedió un 1,6% anual en los tres primeros meses del ejercicio en curso, tras haber crecido un 8,9% en 2018 y un 12,3% en 2017.
El informe revela que solo ocho países de la región –México, Ecuador, Costa Rica, República Dominicana, Haití, Jamaica, Barbados y Surinam– registraron una evolución positiva entre enero y marzo.
"El Caribe y, en menor medida, Mesoamérica capearon el mal momento del comercio internacional mejor que el resto de la región. En el primer caso, pese a la leve desaceleración anual de las exportaciones, el crecimiento de éstas siguió siendo de doble dígito (casi 11%) en el inicio de 2019, menos de un punto menos que en el conjunto del ejercicio anterior. En Mesoamérica la “fuerte desaceleración” del tramo inicial del año no propició", indica el estudio.
Alerta también sobre la entrada en números rojos: las ventas al exterior crecieron un 2,1%, un aumento inferior en más de siete puntos al registrado en el conjunto del año anterior, arrastradas por el menor empuje de las exportaciones mexicanas, que solo crecieron un 2,3% en el primer trimestre tras haber aumentado en algo más de un 10% en el conjunto del año anterior. México es el país de Latinoamérica que, de acuerdo con las estimaciones, es el que mejor evolución presenta.
Se estima que la contracción se produce por "el mal desempeño de los países de América del Sur, donde tanto los volúmenes como los precios de algunos de los principales productos exportados -cobre, petróleo, café, azúcar y, sobre todo, soja- han entrado en negativo". Y agrega: tras crecer más de un 8% en 2018, las ventas al exterior de la subregión cayeron 5,4% anual, sin que las ventas a Asia, impulsadas por la leguminosa, alcanzasen para compensar la contracción de mercados tradicionales: Europa y EE UU.
La desaceleración de las exportaciones latinoamericanas comenzó en el tramo final de 2018, en un escenario internacional turbulento con crecientes riesgos al alza para el comercio y con la reciente escalada entre Estados Unidos y China copando los titulares de las principales cabeceras mundiales.
El BID constata, sin embargo, que en los primeros meses de este año “el contexto se ha deteriorado y, como consecuencia, el enfriamiento de las exportaciones se ha agudizado en toda la región”. En este ámbito, la región discurre en paralelo al resto del mundo: el indicador de perspectivas del comercio global, que elabora la Organización Mundial del Comercio, está en mínimos de casi una década –desde la Gran Recesión– y el pronóstico para 2019, recuerdan los técnicos del organismo, “contempla un riesgo de empeoramiento considerable”.