Un territorio de paz. Ese es el objetivo al que han apuntado los gobiernos de Colombia y Venezuela para reabrir el paso por la frontera de más de 2.000 kilómetros que conecta a ambos países. Después de un año, los presidentes Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro decidieron levantar el cerco que el pasado 19 de agosto de 2015 puso el gobierno venezolano.
Félix Gutiérrez / El Político
La buena noticia para los habitantes de los estados Táchira, Apure y Zulia (lado venezolano) y del departamento Norte de Santander (lado colombiano) llegó el pasado 11 de agosto, cuando Santos y Maduro acordaron en Puerto Ordaz, estado Bolívar, las condiciones bajo las cuales se normalizaría el paso por la frontera.
Las premisas del acuerdo fueron intensificar las estrategias bilaterales para acabar con los males que históricamente han azotado a esta zona: el narcotráfico, el contrabando y el paramilitarismo. Para ello, se anunciaron medidas a las cuales poco a poco se han tenido que adaptar los habitantes que siempre habían transitado sin ninguna restricción de un lado a otro.
Orden e identidad
El gobernador del estado Táchira, José Vielma Mora, empezó a insistir en julio en la necesidad de reabrir el paso por la frontera. Esta situación se confirmó con la repentina estampida de mujeres que cruzó el 5 de julio por el Puente Francisco De Paula Santander, en el municipio venezolano Pedro María Ureña, y que obligó a flexibilizar el paso los dos siguientes domingos. Los más de 165 mil personas que cruzaron los dos días hacia Colombia para comprar comida evidenciaron que el final del cierre era inminente.
Sin embargo, el gobernador también explicó que la decisión seria producto de una planificación ordenada que cambiaría definitivamente las reglas en la frontera.
![vielma mora](https://www.elpolitico.com/wp-content/uploads/2016/08/vielma-mora-e1471525013783.jpg)
La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, y su homóloga de Colombia, María Ángela Holguín, sostuvieron una reunión el 4 de agosto para dejar la mesa servida a la última palabra de sus respectivos mandatarios nacionales.
Los jefes de Estado acordaron la reapertura gradual del paso fronterizo a partir de 13 de agosto entre las 6:00 am y 9:00 pm. Desde ese día, Migración Colombia decidió solicitar la Tarjeta Migratoria de Tránsito Fronterizo, un mecanismo de control que le permitió ubicar en al menos 127 mil las personas que cruzaron entre ambos lados el primer fin de semana. Los únicos puntos habilitados para esta primera fase de la apertura fueron: San Antonio, Ureña y Boca de Grita-Norte de Santander, Paraguachón-La Guajira, Puente Páez-Arauca y Puerto Ayacucho-Vichada.
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— Migración Colombia (@MigracionCol) August 16, 2016
Santos ya había notificado la implementación de este registro en el marco del primer paso de la reapertura, que comprende el paso peatonal por la frontera. "Se va a expedir un documento de facilitación fronteriza para que los habitantes de la frontera tengan las facilidades, pero también para controlar quién entra y quién sale", explicó después de la reunión en Puerto Ordaz. Pero la medida fue aplicada solo en Colombia, según explicó el ministro venezolano para la Nueva Frontera de Paz, general Gerardo Izquierdo, quien indicó que el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME) no participó en el operativo por tratarse de un requisito solo en territorio colombiano.
Los gobiernos de ambos países acordaron seguir una hoja de ruta para el primer período de reapertura fronteriza. Detallaron que las nuevas medidas binacionales se evaluarán sobre la marcha y servirán para concretar un acuerdo final en un año aproximadamente.
Los puntos contemplados van desde el ámbito comercial hasta el de seguridad:
– Creación de un centro binacional para la lucha del crimen trasnacional a cargo de los ministerios de Defensa.
– Activación de un centro de intercambio de información permanente para control aduanero entre ambos países.
– Prestación de servicios de gas y combustible a cargo de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) a precios inferiores a los colombianos.
– Creación de un comité binacional de salud, saneamiento, prevención y control de problemas como chikungunya y zika.
– Establecimiento de un mecanismo de pago que facilite el comercio para luego abrir el transporte de vehículos y camiones.
– Instauración de una serie de controles electrónicos para regularizar el paso de ciudadanos.
Un año de pérdidas
La noche del 19 de agosto de 2015, los habitantes del estado Táchira se acostaron sorprendidos al enterarse de una medida inédita hasta entonces: la frontera con Colombia había sido cerrada. El anuncio del presidente Maduro, después del ataque de presuntos paramilitares a tres miembros del Ejército y un civil en la ciudad fronteriza de San Antonio, se previó inicialmente por 72 horas, pero terminó tomándose más de 350 días.
Los casi 12 meses de cierre trajeron graves consecuencias para una de las fronteras más dinámicas de Sudamérica. Comerciantes, estudiantes y transportistas denunciaron en reiteradas oportunidades su rechazo a una medida que lejos de acabar con los problemas de la zona, los intensificó con la instauración de una autoridad militar que llegó con el Estado de Excepción, que inicialmente estaba previsto para 60 días.
El comercio binacional, según informaciones de la Cámara de Integración Económica Venezolana Colombiana (Cavecol), cerró 2015 en 1.352 millones de dólares, cifra que quedó muy lejos de los 2.153 millones de 2014 y los 2.673 millones de 2013. Fedecámaras Táchira ubicó en más de 25.000 los empleos y comercios perdidos, mientras que la Cámara de Comercio, Industria y Producción del Táchira indicó que casi 90% de los negocios que existían en algunos municipios afectados tenían casi un año sin actividades.
La imposibilidad de cruzar de un país a otro llevó a las personas a tomar medidas extremas por vías alternas, muchas de ellas con un final fatal. Ese fue el caso de Venancia Cárdenas Rodríguez, quien cruzó el Río Táchira para comprar en Cúcuta (Colombia) un tratamiento vital para su madre que no conseguía en Venezuela. Pero antes de pisar territorio colombiano, una repentina crecida del agua la arrastró hasta la muerte.
La de Cardenas es solo una de las historias que demuestran como la arbitrariedad la han pagado muy caro los más desprotegidos. Gente sin trabajo, familias separadas y reiteradas humillaciones ha sido el saldo más negativo de una medida que se extendió casi un año.
Esperanzas al límite
Para la diputada venezolana Laidy Gómez, “abrir la frontera solo para el paso peatonal es admitir que existe una crisis humanitaria”. Sin embargo, criticó la poca claridad de los acuerdos entre ambos gobiernos, sobre todo en cuanto a la economía formal: “Esta economía depende de la activación aduanera y que fue relevada desde el pasado 19 de agosto de 2015 por Nicolás Maduro cuando él decidió cambiarla por una economía informal en las trochas”.
Gómez esperan que ahora más que nunca las autoridades se comprometan con un verdadero cambio fronterizo. “No podemos confundir deberes con bondades, obligación con compromiso, y aplaudir después de que se generaron tantas pérdidas humanas y daños materiales para los venezolanos con el cierre de la frontera”.
![LAIDY GOMEZ](https://www.elpolitico.com/wp-content/uploads/2016/08/LAIDY-GOMEZ.jpg)
El diputado oficialista Elías Jaua cree que "esta es una nueva etapa que nos permitirá avanzar a un frontera segura como lo quieren los pueblos de ambas naciones (…) una frontera con intercambio comercial legal".
Colombia y Venezuela se volvieron a reencontrar como dos países hermanos en su frontera el pasado 13 de agosto. El júbilo se apoderó de la jornada, en la cual el Ejército colombiano recibió a los venezolanos con pan, chocolate caliente y música.
Hasta el deporte acercó a ambos países. La gobernación de Táchira y el departamento Norte de Santander disputaron un partido amistoso de fútbol, iniciativa que repitieron el equipo colombiano Cúcuta Deportivo y su par venezolano Deportivo Táchira. Pero lejos de los goles, el resultado más importante fue el reencuentro de quienes siempre compartieron en armonía.
Recibimos a equipo de fútbol de la Gobernación del Táchira, contra el que jugaremos con el equipo @GoberNorte pic.twitter.com/uX6zRwMAlq
— William Villamizar (@WilliamNdeS) August 13, 2016
Así vivieron los actos protocolarios del encuentro futbolístico entre @GoberNorte y Gobernación del Táchira pic.twitter.com/XZwFW9YsJo
— William Villamizar (@WilliamNdeS) August 14, 2016
Los habitantes de la frontera colombo-venezolana viven desde el 13 de agosto de 2016 el final de una pesadilla que los atormentaba hace más de 11 meses. Con un año de experiencia para identificar los problemas comunes, la nueva consigna es unir esfuerzos para conseguir el mismo objetivo: una frontera de paz.