Tras más de dos años de reveses judiciales e internacionales, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha apuntado dos importantes victorias que le permiten afianzar –por el momento– dos pilares de su política migratoria: el muro fronterizo y la restricción de visados.
El Político
El primero de estos triunfos se produjo en un escenario que, hasta la fecha, le ha sido generalmente adverso a la Casa Blanca: los tribunales.
En una ajustada votación, los cinco magistrados conservadores de la Corte Suprema se impusieron a los cuatro progresistas y dieron el visto bueno al Gobierno para la utilización de $2,500 millones procedentes de las arcas del Pentágono para la renovación del muro fronterizo con México.
Tras conocer el fallo, Trump tuiteó: "¡Guau! Gran victoria en el muro. El Tribunal Supremo de EUA anula las órdenes de tribunales inferiores, permite que proceda el muro en la frontera sur. ¡Gran victoria para la seguridad fronteriza y el Estado de derecho!"
No obstante, esta decisión apenas permite al Gobierno proseguir con la construcción mientras los tribunales dictaminan si la maniobra de la Casa Blanca para desviar fondos del Pentágono para la construcción del muro mediante una declaración de emergencia nacional es legal o no.
Como señaló en un comunicado Dror Ladin, abogado de la Asociación Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), una de las organizaciones que inició este proceso judicial contra la Administración: "Esto no se ha acabado. Pediremos al Tribunal Federal de Apelaciones que acelere el proceso para evitar los daños inminentes e irreversibles del muro fronterizo de Trump".
La segunda de sus victorias cosechadas este viernes es la firma de un acuerdo con Guatemala, que obligará a la mayoría de los migrantes que atraviesan el país centroamericano a pedir asilo allí, en vez de en territorio estadounidense.
Bajo este pacto, que tendrá una vigencia de dos años y podrá renovarse antes de su vencimiento, los solicitantes de asilo que lleguen a EUA serán enviados de vuelta a Guatemala si, en su ruta hacia el norte, atraviesan el país centroamericano antes de llegar a territorio estadounidense.
Sin embargo, no está claro cómo se implementará el pacto dado que el pasado 14 de julio la Corte de Constitucionalidad (CC) otorgó un amparo provisional para que ese país no se convierta en un "tercer país seguro". Una medida que ha sido recurrida por el Gobierno guatemalteco.
La reacción del inquilino de la Casa Blanca a la decisión de la CC fue amenazar a Guatemala con "vetos, aranceles e impuestos a las remesas".
Por este motivo, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, celebró que el acuerdo con Washington evitará que las amenazas de Trump se hagan realidad. "Por medio de las negociaciones también se evitan sanciones drásticas para Guatemala; muchas de ellas orientadas a golpear fuertemente la economía, como gravámenes a las remesas", dijo en las redes sociales.
Fuente: El Tiempo