Las diferencias profundas entre las llamadas naciones "amarillas" se expresan en la resistencia pacífica que mantiene en jaque la anexión al gigante asiático. Más de un millón de personas protagonizaron La Marcha de Los Paraguas, bajo una intensa lluvia, prefieren mojarse a ser parte de la tormenta china.
El Político
Cambiar las líneas de las fronteras forma parte de la historia del continente asiático y sus islas y los episodios de Hong Kong conforman un capítulo mas de una larga contienda.
Hong Kong no es un país. Pero tiene su propia moneda, pasaporte, idioma, bandera y hasta parlamento con sus propios partidos políticos.Es una de las ciudades más ricas del mundo. Aunque es parte de China, es considerada una "Región Administrativa Especial". Y precisamente en ese estatus particular está la explicación de los problemas entre ambos. Este territorio capitalista teme que China termine con la autonomía que ganó con el principio de "un país, dos sistemas", como explica BBC.
De manera organizada y pacífica, más de un millón de manifestantes marcharon hoy por la isla de Hong Kong, en una protesta que la policía había autorizado solo como concentración en Victoria Park.
Hong Kong. Cientos de miles de personas marcharon el domingo en Hong Kong en una manifestación pacífica para demostrar que el movimiento prodemocracia mantiene su popularidad pese a la creciente violencia y las amenazas de intervención de China.
Para atajar las acusaciones de "terrorismo" del Gobierno central chino, el Frente Civil de Derechos Humanos (FCDH) -organización no violenta responsable de las concentraciones de junio y julio en las que participaron cientos de miles de personas- hizo un llamamiento a una protesta "racional y no violenta".
"No abandonaremos, "Si la táctica de Beijing y Hong Kong es dejar morir nuestro movimiento poco a poco se equivocan. Queremos mostrar al mundo entero que los hongkoneses somos pacíficos", declaró Bonnie Leung, portavoz del FCDH.
Bajo una lluvia intensa, decenas de miles de personas se congregaron en el parque Victoria, en el corazón de la isla. Los manifestantes comenzaron entonces a caminar en dirección al barrio de Admiralty, más al oeste, desafiando la prohibición policial de llevar la protesta fuera del parque.
La consigna era, una vez más, denunciar la violencia policial, aunque algunos reconocieron la violencia que va en aumento en la isla. que en su versión más radical no dudan en lanzar piedras y cócteles molotov.
Pekin eleva el tono
Se trata de la peor crisis política en la excolonia británica desde su retrocesión a China en 1997. Pekín ha elevado el tono, calificando las acciones más violentas de los manifestantes de "casi terroristas".
Nacida en junio para rechazar un controvertido proyecto de ley que autorizaba las extradiciones hacia China, la movilización amplió desde entonces sus reivindicaciones para pedir por ejemplo un verdadero sufragio universal, en medio del temor a una creciente intromisión de China, explica El Comercio de Perú.
Chinos han sido movilizados hasta la ciudad de Shenzhen.
Once semanas después de la primera manifestación, el movimiento no ha obtenido prácticamente nada del ejecutivo hongkonés pro-Beijing. Esta ausencia de avances ha empujado al movimiento hacia acciones más contundentes, como el bloqueo del aeropuerto internacional la semana pasada, cuando centenares de vuelos debieron ser anulados.
La propaganda china ha tomado recurrentemente imágenes de violencia con la intención de desacreditar la contestación. Los medios chinos también han difundido imágenes de soldados chinos y de transporte de blindados al otro lado de la frontera, en Shenzhen.
La manifestación de este domingo se presenta como una prueba de la determinación de activistas prodemocracia y de la popularidad de su movimiento. Saben que está de por medio la Libertad, y la democracia.