Es poco probable que débiles lluvias apaguen en el corto plazo un récord de incendios en la Amazonía brasileña, y sólo traerían un alivio aislado hasta el 10 de septiembre, según datos meteorológicos y dos expertos.
El Político
La mayor selva tropical del mundo está siendo devastada por un aumento de los incendios de un 79% este año hasta el 25 de agosto, según la agencia de investigación espacial de Brasil.
Los incendios no se han limitado a Brasil. Al menos 10.000 kilómetros cuadrados están ardiendo en Bolivia, cerca de sus fronteras con Paraguay y Brasil.
Si bien el gobierno de Brasil está combatiendo los incendios con tropas y aviones militares, los esfuerzos sólo extinguirán focos pequeños y ayudarán a prevenir nuevos fuegos, dijeron los expertos; los más grandes sólo pueden ser apagados por precipitaciones.
La temporada lluviosa en el Amazonas, en general, comienza a fines de septiembre y las precipitaciones generalizadas tardan semanas en producirse.
El pronóstico de lluvia en los próximos 15 días se concentra en las áreas que menos lo necesitan, según Maria Silva Dias, profesora de ciencias atmosféricas en la Universidad de Sao Paulo. Se espera menos precipitación en las partes de la Amazonía que sufren los peores incendios, agregó.
El extremo noroeste y oeste de la selva amazónica brasileña verá más agua en las próximas semanas, pero las partes orientales permanecerán muy secas, según datos de Refinitiv.
“Toda el área necesita que llueva más regularmente y eso sólo sucederá más adelante, por octubre”, agregó Dias, quien estimó que se necesitarían al menos 20 milímetros de lluvia en 1 a 2 horas para apagar un incendio forestal, más para incendios más intensos.
“En algunas áreas podría reducir los incendios, no en general”, dijo Matias Sales, meteorólogo de la firma brasileña Climatempo.
Fuente: Reuters