"Escucho, fuerte y claro, las voces que piden un gobierno de unidad nacional amplio y estable", afirmó el presidente Reuven Rivlin, quien en último término elegirá al candidato con más posibilidades de formar Gobierno para que inicie las negociaciones.
El Político
Si algún elemento faltaba para que el panorama electoral de Israel se tornara más incierto éste se presentó cuando el líder del partido centrista Azul y Blanco, Beny Gantz, rechazó el llamado del primer ministro Benjamín Netanyahu a formar un ejecutivo de unidad nacional con la participación de las fuerzas de derecha y los ultraortodoxos para romper el estancamiento político en Israel resultante de las elecciones del pasado día 17, cosa que este ha rechazado por considerarlo "una maniobra".
Gantz quiere gobernar él
Benny Gantz, quien apuesta también por un gobierno de unidad, dado que los resultados de los comicios -los segundos en un año en Israel- no han dado mayoría a ningún de los dos bloques parlamentarios, exige uno "extenso y liberal", dirigido por él.
Con un 98 % de los votos escrutados, el partido de Netanyahu, el Likud, ha obtenido 31 escaños, por 33 que ha ganado Azul y Blanco (Kajol Labán).
"No hay otra opción que formar un amplio gobierno de unidad", dijo Netanyahu, quien propuso una reunión inmediata con Gantz para trabajar juntos y evitar unas terceras elecciones.
Sin embargo, la oferta llegó después de que Netanyahu hubiera firmado un compromiso con las dos formaciones ultraortodoxas (Shas y Judaísmo Unido por la Torá) y la alianza de partidos de derecha, Yamina, para llevar a cabo las negociaciones como un solo bloque.
"Para construir un Gobierno de unidad, no vienes con bloques políticos y una maniobra, sino con honestidad, patriotismo, responsabilidad y seriedad", reprochó Gantz, en rueda de prensa, al primer ministro en funciones.
Para el segundo de la lista Azul y Blanco, Yair Lapid, lo que está intentando Netanyahu con esta propuesta, en principio inviable, es "arrastrar al país a unas terceras elecciones: "Simplemente es incapaz de aceptar los resultados", apuntó.
Liberman, el péndulo de la campana
El líder del partido nacionalista laico Israel Nuestro Hogar (Israel Beiteenu), Avigdor Liberman,quien podría tener la llave para desbloquear la situación actual, opina lo mismo: que la intención de Netanyahu es "preparar a la opinión pública" para otra repetición de elecciones.
Además, para Liberman, cuyo partido obtuvo ocho diputados en los comicios del día 17, lo cual podría ser decisivo para la formación de un Ejecutivo de coalición, la "única opción" es la unidad, y no ofrecerá su apoyo a un ejecutivo de Netanyahu con los ultraortodoxos ni a Gantz en tanto que necesariamente tendría que sumar a la Lista Conjunta árabe para que le cuadraran las cuentas.
La voz del Presidente
El presidente, Reuvén Rivlin, que se ha mostrado favorable a la formación de un gobierno de unidad, comenzará el domingo la ronda de consultas con los partidos que deben proponer a su candidato a primer ministro.
"Escucho, fuerte y claro, las voces que piden un gobierno de unidad nacional amplio y estable", afirmó Rivlin, quien en último término elegirá al candidato con más posibilidades de formar Gobierno para que inicie las negociaciones.
Quién apoya a quién
Netanyahu contará casi con
seguridad con la recomendación de los dos partidos ultraortodoxos y los de
derecha, al tiempo que Gantz ha comenzado hoy las reuniones con partido afines
como Unión Democrática y el Laborismo-Guesher, que le apoyarían.
El líder la Lista Conjunta árabe, Ayman Odeh, se ha mostrado
abierto a nominar a Gantz, aunque habrá que ver si el resto de partidos de la
coalición apoyan una recomendación conjunta.
Cuando Rivlin tome una decisión, comenzará una cuenta atrás
en la que el candidato elegido tiene 28 días, ampliables a dos semanas más,
para romper el estancamiento político que vive Israel y evitar unas
terceras elecciones.
La situación jurídica de Netanyahu
Entretanto, el próximo 3 de octubre, Netanyahu tendrá que
asistir a una audiencia (vista) con el fiscal general del Estado, tras la que
este formalizará o no la acusación contra el primer ministro en tres casos de
corrupción.
Debido a la situación judicial de Netanyahu, Gantz descartó
durante la campaña la posibilidad de gobernar junto a él de ser finalmente
acusado, por lo que el gobierno de unidad es hoy la opción más plausible
en Israel, aunque falta por determinar si será con o sin el todavía primer
ministro.
Como puede apreciarse la situación es delicada y el fantasma de una tercera elección comienza a sonar en un país que tiene necesariamente que dotarse de estabilidad para poder atender con toda eficacia y prontitud a los rstos que tiene dentro y fuera de las fronteras.
EFE y Aurora