Los manifestantes prodemocracia salieron a las calles respondiendo a un llamado para celebrar un "Día de Dolor" y perturbar la conmemoración de los 70 años de la creación del régimen comunista chino.
El Político
Por primera vez en la historia de la antigua colonia británica una persona, un estudiante de secundaria, resultó herida de bala por la Policía, en lo que representa una escalada en los enfrentamientos. La dura jornada de incendios, barricadas, detenciones y balazos dejó en segundo plano las colosales celebraciones en Pekín del 70 aniversario de la República Popular, cuyo plato fuerte había sido un faraónico desfile militar y civil bajo la mirada del presidente Xi Jinping y que China no quería ver empañadas bajo ninguna circunstancia.
Las calles de Hong Kong registraron este martes una jornada de violencia que se saldó con el primer disparo efectivo de la policía a un manifestante en cuatro meses de protestas y otros 15 heridos más.
Los altercados en el territorio autónomo ocurrieron horas después de que China celebrara un gran desfile militar para conmemorar los 70 años del régimen comunista.
China mantendrá la prosperidad duradera en Hong Kong y Macao
En su breve discurso, el presidente chino tuvo palabras para la antigua colonia británica: China “mantendrá la prosperidad y la estabilidad duraderas de Hong Kong y Macao”, señaló, antes de que comenzara la mayor exhibición de armamento y poderío militar que había hecho jamás el país. Un 40% de las armas mostradas no se habían enseñado hasta ahora al público. Todas han entrado ya en servicio. Los DF-41, misiles intercontinentales que pueden cargar hasta 10 cabezas nucleares y alcanzar Estados Unidos en 30 minutos. Los J-2 lanzados por submarinos, con un recorrido de hasta 7.000 kilómetros. El DF-17, el misil lanzadera de un planeador hipersónico.
“Nada puede hacer tambalear los cimientos de nuestra gran nación. Ningún poder puede detener a la nación ni al pueblo chino en su progreso”, sostenía Xi en un discurso en el que envió también otro mensaje: que el Ejército defenderá la soberanía y la seguridad del país con contundencia.
La ceremonia en la plaza de Tiananmen, bajo los retratos de Mao Zedong —el fundador de la República Popular— y Sun Yat-sen —el creador del Estado moderno chino— se desarrolló exactamente como estaba prevista. Un baño de masas y una demostración de músculo militar para el presidente, secretario general del Partido Comunista y jefe de la Comisión Militar, con el que transmitir un mensaje de unidad nacional, de progresos bajo el Partido Comunista y de modernización del Ejército.
Xi tuvo su propia carroza, con un gigantesco retrato, al que saludó desde el balcón de Tiananmen. Planificada hasta la perfección, el evento tiene por objeto fomentar el sentimiento patriótico y el llamamiento a la unidad en torno al Partido, precisamente cuando China se enfrenta a unos desafíos que incluyen una economía de más lento crecimiento y una rivalidad con Estados Unidos cada vez más intensa.
El reto más desafiante de Xi es Hong Kong
Los manifestantes hicieron caso omiso este martes a la prohibición de la Policía y se lanzaron a las calles en decenas de miles, por decimoséptima semana consecutiva, para protestar contra Pekín y lo que consideran su creciente injerencia en los asuntos locales de un territorio al que el principio “un país, dos sistemas” garantiza, al menos en teoría, libertades inexistentes en la China continental. El lema de la marcha, para no dejar ninguna duda, era “celebrar, tu madre”.
Ya en la mañana, la Policía hongkonesa, que el día antes había advertido de que la situación podría ser “muy, muy peligrosa”, había impedido la celebración de dos actos de protesta —uno de ellos, el lanzamiento de globos negros en señal de luto— y detenido a sus supuestos protagonistas. La ceremonia de conmemoración local hubo de celebrarse a puerta cerrada. Carrie Lam, la jefa del Ejecutivo autónomo, había volado a Pekín a celebrar el aniversario allí.
Pasado el mediodía comenzaban las primeras rondas de gas lacrimógeno, ya un ingrediente habitual de cada jornada de protestas, en enfrentamientos entre manifestantes y Policía en barrios más cercanos a la frontera con China. El metro de Hong Kong, el principal medio de transporte de la ciudad, cerró aproximadamente un tercio de sus estaciones, un número que fue subiendo a la mitad a lo largo del día. Muchos centros comerciales también optaron por cerrar sus puertas para evitar daños.
Mientras continuaban los choques en los barrios del área continental, en el centro de Hong Kong la manifestación tenía aires de carnaval. Familias, ancianos, y jóvenes, todos de negro para marcar un “Día de Duelo”. Muchos entonando a voz en grito el himno no oficial de las protestas, el Gloria a Hong Kong. Algunos con banderas de otros países. Todos, levantando la mano con los cinco dedos abiertos, por las cinco demandas que exigen.
Todos, con un mensaje de repulsa a Pekín: “¡Celebrar, tu madre!”, era el grito del día. “No necesito sexo, China ya me jode cada día”, se leía en una pintada; “que le den al Partido Comunista de China”, en otra. Cada banderola, cada cartel de felicitación a la República Popular en la ruta —no había muchos— cayeron y acabaron pisoteados, o con pintadas por encima. El que había frente a la sede del Ejército Popular de Liberación chino fue incendiado.
Ese último acto desató la acción de la policía. Más rondas de gas pimienta. Cañones de agua a presión, con chorros azules de sustancias lacrimógenas. En medio de la batalla, saltaba la noticia del joven herido en el pecho por una bala de la policía. Un silencio sepulcral, por un momento, recorrió las filas de manifestantes y prensa.
La pelea no estaba interrumpida. Por todo el centro de Hong Kong se incendiaron barricadas. La policía cargó, entre una lluvia de más gases lacrimógenos, balas de plástico, pelotas de goma y más disparos reales. Más de un centenar de personas quedaron detenidas. Además, 51 personas entre los 11 y los 53 años resultaron heridas, entre ellas dos en estado grave y dos en estado muy grave, según fuentes hospitalarias. El adolescente herido de bala en el pulmón requirió una operación, aunque los médicos han precisado que el proyectil no tocó ninguna vena o arteria importante y no se teme por su vida.
Amnistía Internacional condenó el disparo contra el muchacho, que “marca un alarmante paso en la respuesta policial a las protestas. Pedimos a las autoridades de Hong Kong que lancen una investigación pronta y efectiva sobre la secuencia de acontecimientos que llevaron a que esta persona esté luchando por su vida”.
Un grupo de 24 legisladores de la oposición pandemócrata también se sumó a la condena por lo que consideró “una escalada innecesaria del uso de la fuerza y uso de munición real”. El vídeo que ha circulado sobre ese momento —en el que se ve al agente abrir fuego después de que el joven, enmascarado, le golpee con una barra de hierro— indica, en su opinión, que “el disparo a bocajarro del policía parece ser un ataque más que defensa propia… muchos agentes han quedado fuera de control y han tratado bruscamente a manifestantes, el público, personal medico, periodistas, trabajadores sociales y legisladores”.
Protestas en varias ciudades
Las protestas se realizaron no solamente en la capital de Hong Kong sino también en al menos otras seis ciudades, desafiando la prohibición impuesta por las autoridades con motivo de la fiesta nacional china.
Poco antes de los enfrentamientos, una bandera china había sido izada durante una ceremonia especial celebrada en Hong Kong que contó con 12.000 invitados y con un fuerte dispositivo de seguridad.
Algunos manifestantes consideran el aniversario del triunfo de Mao Zedong como un día de "duelo nacional". Durante las protestas, varios activistas bloquearon carreteras y barrios de algunas ciudades, quemaron locales comerciales, tiendas, bancos y otros edificios. También hubo barricadas y muros improvisados.
Motivos de las protestas
Los activistas prodemocracia, movilizados desde junio, aprovecharon la conmemoración de los 70 años de la creación del régimen comunista chino para manifestar de nuevo su resentimiento hacia el régimen de Pekín
—Tres meses más tarde nuestras cinco reivindicaciones siguen sin ser satisfechas. Tenemos que seguir nuestro combate —dijo un manifestante con el rostro cubierto.
Desde junio, Hong Kong vive su peor crisis política desde la retrocesión de 1997, con acciones casi diarias y enfrentamientos violentos entre manifestantes y policías.
También hubo manifestaciones más reducidas en otras zonas y frente al consulado británico.
Actuación de la policía
Todavía no se conoce el número total de arrestados. La policía trató de dispersar a los manifestantes, muchos de los cuales se armaron con paraguas, proyectiles y cócteles molotov.
Además de gases lacrimógenos, los policías usaron balas de goma y cañones de agua con los que dispararon un tinte azul para poder identificar después a los manifestantes, quienes antes de marcharse prendieron fuego a algunas barricadas.
Al menos 15 estaciones de metro y varios centros comerciales en Hong Kong cerraron sus puertas y unos 6.000 agentes fueron desplegados en el territorio.
El espectáculo anual de fuegos artificiales había sido cancelado previamente.
Con información de Deutsche Welle y BBC