Las calles se han normalizado pero las fuerzas de seguridad esperan que se mantenga la tensión hasta el viernes, el día más crítico pues los independentistas catalanes han convocado a una huelga general, aunque los sindicatos principales no se han sumado al llamado
El Político
Se asegura que el Govern de Quim Torra es el creador de Tsunami Democràtic: manual para la rebelión independentista que ha logrado agitar la calle utilizando estrategias de comunicación política inéditas en España. Todo una gran obra de mercadeo mediático.
La normalidad es la tónica general en Cataluña tras la jornada de protestas por la sentencia del tribunal Supremo de España del procès, que ha condenado por sedición a nueve de los líderes independentistas cuyas penas globales oscilan entre 9 y 13 años de cárcel.
El independentismo catalán ha movilizado las reacciones a la sentencia del Supremo a través de un nuevo movimiento, auspiciado por el Govern de Torra.
A media tarde, el destacado entrenador de fútbol Pep Guardiola ponía voz a ese tsunami leyendo un comunicado en inglés, subtitulado en castellano y en catalán y emitido por la BBC y AFP.
El primer video fue el 2 de septiembre: de medio minuto en el que se ve una olla con agua al fuego hasta que rompe a hervir. "Cambiamos el estado de las cosas: súmate. Tú eres el tsunami".
El clip, de una factura impecable, era la carta de presentación de Tsunami Democràtic, un movimiento del que no se sabe demasiado pero que ha tomado el relevo de la movilización ciudadana como respuesta a la sentencia del Supremo contra los líderes del llamado procés. Si el año pasado las convocatorias salían de Crida Democràcia, ahora todo pasa por Tsunami.
A través de sus cuentas en Twitter, Instagram y su canal de Telegram, Tsunami Democràtic anunció la creación de su App que “permite avisar que hay policías en las zonas en las que se está desarrollando una determinada acción; conocer las acciones que se están llevando a cabo en cualquier zona, apuntarnos a una acción determinada” e incluso sirve al independentismo para dotarse de la logística necesaria para llevar a cabo las protestas de manera exitosa.
Mas policía que manifestantes
Los principales nudos de comunicación funcionan y en Barcelona el tráfico era como el de cualquier mañana de un día laborable.
No obstante, el despliegue policial se mantiene ya que las fuerzas de seguridad creen que los secesionistas mantendrán la tensión a lo largo de toda la semana para «calentar» la huelga general convocada para el viernes.
Precisamente ese será el momento crítico de estas protestas, ya que los independentistas quieren hacer, de nuevo, una demostración de fuerza. Los sindicatos principales no se han sumado a la convocatoria pero los responsables de la operación desplegada en Cataluña diseñan una respuesta para el peor de los escenarios.
La primera prueba de fuego fue ayer, y los mandos policiales están razonablemente satisfechos con el resultado. Es cierto que los sucesos del aeropuerto de Barcelona fueron graves, pero no lo es menos que esta vez las imágenes demuestran con meridiana claridad que toda la responsabilidad de lo ocurrido fue de los radicales, pues tanto la policía como los Mossos solo actuaron cuando fue estrictamente necesario.
En total, en el aeropuerto El Prat actuaron unos 15.000 nacionalistas violentos a lo largo de todas las horas en las que hubo incidentes. Ellos pensaban convocar a 50.000, según afirmaban.
Turistas afectados
La Generalitat es muy consciente de que esta vez va perdiendo la batalla de la imagen, entre otras cosas porque entre los afectados había muchos turistas a los que ya nadie podrá engañar con el argumento de que se trata de protestas pacíficas, y que son las fuerzas de seguridad las que actúan con violencia.
En el aeropuerto muchas de estas personas renegaban ya de esa visión manipulada de la realidad. Era el fin de la «rebelión de las sonrisas» que tanto les gusta predicar.
Tan evidente es que la Generalitat está preocupada en ese sentido, que el Departamento de Interior ha filtrado que investigará una actuación de los antidisturbios de los Mossos d’Esquadra ayer en las concentraciones en el aeropuerto de Barcelona, en la que un furgón policial arrancó con una manifestante subida en la parte delantera del vehículo. A la chica no le sucedió nada importante, pero es extraño que se publicite un suceso tan nimio en un contexto de ejemplaridad en la actuación de la policía autonómica.
Por supuesto, el Gobierno de Quim Torra ha evitado felicitar a la policía autonómica por su brillante trabajo de ayer, reconocido también por Policía y Guardia Civil. La coordinación en líneas generales fue muy buena, perfecta en Barcelona, y solo hubo alguna pequeña discrepancia en otras provincias, sin mayores consecuencias.
En un informe interno se justifica que en el aeropuerto los Mossos cargaran para evitar “riesgos para la seguridad” tras más de tres horas de «mediación y contención para evitar el conflicto directo».
La opinión de los políticos
El presidente del PP, Pablo Casado, ha pedido al gobierno en funciones de Pedro Sánchez que active la ley de Seguridad Nacional si vuelve a producirse un nuevo corte de una infraestructura en Cataluña, un nuevo acto de presión sobre una institución o si hay «una inacción de los Mossos, por culpa de sus mandos». Casado ha calificado de absolutamente inaceptables las declaraciones del presidente de la Generalitat, al alentar a la insurrección.
—No puede ser que la propia Generalitat estuviese alentando a la algarada, a la insurrección y a la desobediencia. Por eso, tenemos que apoyar y alabar la actuación de todas las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, pero queremos avisar a Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno en funciones, que su obligación es garantizar el orden público y las libertades de todos ciudadanos de Cataluña.
Por su parte, los estrategas de Podemos han decidido esquivar, en la medida de lo posible, hablar de la crisis independentista. Mientras que la escisión del partido morado, la plataforma Más País, ni siquiera definió ayer su posición. La equidistancia atrapa a Iglesias y a Errejón y les arrastra a un debate que sin duda capitalizará la carrera al 10-N.
Con la excepción de los independentistas catalanes, cuyos líderes han sido condenados, las críticas más duras al fallo del Tribunal Supremo han venido de Vox. Su líder, Santiago Abascal, ha calificado la sentencia de "vergüenza para España", "muy desacertada" y "del gusto del presidente en funciones, Pedro Sánchez, que ha salido inmediatamente a aplaudirla" .
Por su parte, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha manifestado la sentencia "ha hecho justicia". "Es un día para la satisfacción de la justicia, del Estado de Derecho", y ha pedido al gobierno que se evite cualquier "privilegio penitenciario" a los condenados y se comprometa a que no se les concederán indultos.
El presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, cerró ayer filas con los líderes del Partido Popular y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, para apoyar «si fueran necesarias medidas excepcionales». En Podemos no comparten esa posición y el gobierno en funciones les invitó ayer a sumarse.
La división del independentismo
Ni la respuesta a la sentencia que condena a los líderes del procés ha podido unir al independentismo. Aparte de la declaración institucional, en la que participó ayer el gobierno catalán en pleno, varios representantes del mundo municipal y expresidentes del parlamento autónomo, cada partido ha realizado este martes sus actos en solitario.
La falta de sintonía es tan grande que los soberanistas ni tan siquiera se han podido poner de acuerdo sobre cuál será la respuesta institucional al fallo del Tribunal Supremo. Por lo pronto, no se ha podido acordar un pleno monográfico y el presidente Quim Torra se limitará el jueves a comparecer en el Parlament. Con todo, la portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha insistido en que el Ejecutivo catalán quiere que haya "un mandato efectivo" de la Cámara.
Tsunami Democràtic
El mismo día distribuían una carta de presentación. "No somos una nueva organización, somos una campaña constante, continua e inagotable. Hay respuesta. Hay estrategia. Comienza una nueva ola y tú eres el protagonista. Tú eres el Tsunami".
En menos de una hora, todos los líderes del independentismo ayudaron a distribuir su mensaje y le dieron toda la legitimidad como canal oficial para comunicar las movilizaciones.
Apenas unas horas después de conocerse la sentencia del Supremo, Tsunami Democràtic logró trasladar el caos al aeropuerto de Barcelona con sólo un par de mensajes. El primero llamaba a detener la actividad en El Prat. El segundo distribuía una lista de billetes falsos de vuelos reales para poder sortear los primeros controles de seguridad.
El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha señalado que se investiga quien está detrás de Tsunami Democrátic.
Con información de ABC, El Mundo, El País