La Casa Blanca aceptó públicamente la probabilidad de un juicio político al presidente Trump en el Senado controlado por los republicanos.
El Político
El presidente Donald Trump instó a los demócratas en un tuit el jueves, diciendo "si me van a acusar, háganlo ahora, rápido para que podamos tener un juicio justo en el Senado, y para que nuestro país pueda volver a su actividad".
Trump sostuvo que tuvo "dos llamadas telefónicas totalmente apropiadas (perfectas)" con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy, en una de las cuales solicitó la investigación de Biden, el trabajo de su hijo Hunter para una compañía ucraniana de gas natural y una teoría desacreditada de que Ucrania se entrometió en las elecciones de 2016, no Rusia, como concluyó la comunidad de inteligencia de EE. UU.
Su solicitud llegó en un momento en que estaba reteniendo temporalmente 391 millones de dólares en asistencia militar.
¿Juicio en enero?
Según la Voz de América fue un mensaje que llegó incluso antes de que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ordenara a los líderes demócratas el jueves "proceder con artículos de juicio político" contra el presidente, declarando que Trump ha "abusado del poder de su cargo".
Pelosi sostuvo que el líder republicano había desafiado las normas de conducta presidencial, violando su obligación jurada de defender la Constitución de Estados Unidos al pedirle a Ucrania que iniciara una investigación al exvicepresidente Joe Biden, uno de sus principales rivales demócratas de 2020, para ayudarlo mientras se postula para la reelección.
"Los hechos son indiscutibles", dijo Pelosi. "El presidente abusó de su poder para su propio beneficio político personal a expensas de nuestra seguridad nacional".
De acuerdo a la Voz de América, Pelosi le pidió al congresista Jerrold Nadler, presidente de la Comisión Judicial de la Cámara, y a otros presidentes de las comisiones demócratas, que redacten los artículos de juicio político.
Si bien Pelosi no mencionó ningún cronograma, la Cámara de Representantes controlada por los demócratas podría votar para acusar a Trump antes del receso navideño a fines de mes.
Eso prepararía el escenario para un juicio en enero en el Senado de mayoría republicana, donde la condena y remoción de Trump de su cargo sigue siendo poco probable.
Nunca ha tenido éxito
En la historia de Estados Unidos un impeachment (juicio político) jamás ha culminado con éxito.
Sólo tres veces la Cámara de Representantes ha tomado la extraordinaria medida de este jueves, al abrir el prroceso formal para destituir a un presidente.
Sólo en dos de esos casos el Senado llegó a votar, y en ambos exoneró a los dos presidentes juzgados, Andrew Johnson (1868) y Bill Clinton (1998).
Trump no es Nixon
Lo cierto es que el impeachment sí le costó el cargo a un presidente: en 1974 Richard Nixon decidió dimitir antes de ser destituido.
Fue justo en el mismo momento en que ahora se encuentra Trump, cuando la comisión de Justicia de la Cámara decidió que tenía pruebas suficientes para abrir juicio en su contra. Consciente de que no contaba con apoyo suficiente en el Senado, Nixon dimitió.
Las diferencias entre los casos de Nixon y Trump son, de momento, abismales. Dos días después de que los demócratas se hicieran con una transcripción de una llamada que incriminaba a Nixon por un delito de obstrucción de la justicia en el caso Watergate, un grupo de senadores republicanos fue a visitarle a la Casa Blanca y le notificó en persona que había perdido el apoyo del partido. Fue eso lo que llevó a Nixon a dimitir.
Trump, a diferencia de Nixon, tiene de momento el apoyo firme de su partido. Sólo algún republicano díscolo, como el senador Mitt Romney, se ha atrevido a musitar en público que en caso de que haya juicio, analizará detenidamente los hechos y decidirá únicamente sobre ellos. Semejantes declaraciones le han propiciado a Romney todo tipo de críticas por parte del presidente en Twitter.
Semejanzas con Clinton
Todo parece indicar que el caso de Trump será más similar al de Clinton, acusado de dos cargos: mentir bajo juramento y obstruir la justicia en varios escándalos, uno de ellos sus relaciones sexuales con la becaria Monica Lewinsky.
El impeachment de Clinton prosperó en una cámara en que la oposición —republicana entonces— era mayoría, pero fracasó en el Senado. Más de la mitad de senadores, incluidos varios republicanos, votaron a favor de exonerar a Clinton.
Clinton salió del impeachment y de la Casa Blanca reforzado, con la popularidad disparada.
La diferencia real de Trump con respecto a sus predecesores es que el actual presidente se enfrentará a su reelección apenas unos meses después de que culmine el juicio político.
Fuentes: Voz de América / ABC