AP recoge y revisa los argumentos que la defensa de Trump y él mismo dijeron desde que se presentó la posibilidad de llevarlo a juicio hasta su posible fin esta semana.
El Político
El 18 de diciembre de 2019, el Congreso finalmente votó la moción que llevaría a Donald Trump a un juicio político. La mayoría fue lograda por el dominio demócrata del Congreso tras meses de recopilación de testimonios de testigos.
Así fue:
La llamada
El evento principal que fue analizado fue la llamada del presidente Trump al presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, el 25 de julio de 2019 para felicitarlo por la victoria de su partido en las elecciones legislativas.
En esta llamada, que recibió una codificación extra de seguridad por su contenido político, Trump le solicita un favor a Zelensky: investigar a los Biden por posible corrupción. Pues mientras Joe Biden era vicepresidente del país, su hijo Hunter era un ejecutivo en una firma de energía ucraniana.
Sin embargo, al hablar de estas declaraciones, Trump dijo que eran parte de su interés de ayudar a Ucrania a combatir la corrupción y que no hubo tal presión en Ucrania. Asimismo, en la llamada Trump le dice que su abogado Rudy Giuliani lo contactaría por el pedido.
El retraso de la ayuda militar
Para entonces, la ayuda militar ya tenía un mes de haber sido aprobada por el Congreso, según VOA. Los representantes asignados al caso Ucrania en sus testimonios plasmaron no tener idea por qué la ayuda militar estaba siendo retenida.
Si Trump estaba tan preocupado por el nivel de corrupción Ucrania, ¿por qué despidió en mayo de 2019 a Marie Yovanovitch, embajadora para dicho país?
Los esfuerzos siguieron todo el mes de agosto, hasta que la existencia del testigo anónimo se filtró a la red y el 11 de septiembre la ayuda militar fue finalmente enviada.
Bloquear el Congreso
Entonces, desde septiembre hasta la votación final en diciembre, el Congreso pasó 4 meses reuniendo testigos y documentando los hechos. La tardanza estuvo marcada por la negativa de Trump y la Casa Blanca para permitir que trabajadores dieran sus testimonios, informó NY Times en octubre.
Especialmente después de que Laura Cooper (Departamento de Defensa), Catherine Croft (Departamento de Estado), la propia Yovanovitch y otros consejeros especiales en la cuestión ucraniana rindieran sus testimonios voluntariamente al Congreso.
No obstante, la comisión que llevaba a cabo la investigación no pudo lograr que John Bolton testificara en este periodo.
Sobre el rol de Bolton
Bolton, el ex consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, decidió no dar su testimonio a la comisión demócrata. Al contrario, dejó claro que sólo daría su testimonio ante el Senado. Probablemente para evitar cae en disputas partidistas, lo cual igual fue inevitable y terminó en la negativa por parte de la mayoría republicana.
Asimismo, la noticia sobre el libro de Bolton y la posible confirmación de la información de los testigos, así como revelar todo un entramado político con estas acciones sobre Ucrania, avivó el deseo de los demócratas por obtener su testimonio. Pero nuevamente falló y se esperan consecuencias para Bolton, informa Vanity Fair.
Finalmente, con la prohibición de la publicación del libro por parte de la Casa Blanca, algunos esperan también que el manuscrito del libro se filtre antes de la votación final. El mayor golpe en esta controversia se lo lleva sin duda el Senado. ¿Cómo el público recuperará la confianza en su institución si no se encuentra culpable a Trump?
Fuente: AP, NY Times, Vanity Fair, VOA.