En medio de una severa crisis políticas que culminó en el arresto de tres altos miembros de la familia real , incluido el hermano del rey, los árabes inician una agresiva política de venta de petróleo.
Las detenciones, parecen mostrar como el Príncipe Heredero Mohammed bin Salman está apretando su control sobre los hilos del poder en su país.
No es la primera vez. En 2017, decenas de figuras de la realeza saudita, ministros y hombres de negocios fueron confinados al hotel Ritz-Carlton de Riad después de que el príncipe heredero ordenó sus arrestos.
Mohammed bin Salman,se considera el gobernante de facto del reino después de que su padre lo nombró príncipe heredero en 2016. ELWall Street Journal, que dijo que tuvieron lugar el viernes temprano.
Los tres hombres presos son el hermano menor del rey, el príncipe Ahmed bin Abdulaziz, el expríncipe heredero Mohammed bin Nayef y un primo real, el príncipe Nawaf bin Nayef.
Mohammed bin Nayef fue ministro del Interior hasta que fue destituido de su cargo y Mohammed Bin Salman lo puso bajo arresto domiciliario en 2017. En su cargo anterior, los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos lo vieron como un socio cercano y de confianza.
El príncipe Ahmed bin Abdulaziz, de 78 años, es el único hermano completo sobreviviente del rey. Ambos hombres fueron vistos como posibles rivales del príncipe heredero de 34 años, que es el primero en la línea del trono.
El príncipe heredero se encarga de la política petrolera saudita, y acaba de declarar una guerra de precios en el mercado petrolero, tras el colapso de la alianza Opep-Rusia. Ayer sábado los sauditas hicieron el mayor recorte de precios en 20 años y anunciaron incremento de producción más allá de 10 millones de bdp.
En anticipación a esto, el precio del petróleo se desplomó el viernes cayendo casi 10% en un día, y está casi 40% por debajo de los niveles de hace un año.
Los sauditas buscan poner de rodillas a los países Opep y sobretodo a Rusia, para que acuerden un ambicioso plan de recorte de producción que permita fortalecer los precios del petróleo y contrarrestar los efectos del coronavirus. Si lo logran, los precios podrían recuperarse rápidamente. Pero, mientras no lo logren, tanto países exportadores como empresas productoras de petróleo sufrirán importantes caídas en sus ingresos. Los productores menos eficientes tendrán que detener sus operaciones. Alguno podría incluso quebrar.
Esta semana será muy movida en Viena, y muy volátil en el mercado petrolero. Putin -que parece más interesado en hacer quebrar a los productores de “shale oil” en los EEUU que en estabilizar el mercado- tiene la palabra.