La subida de las primas de riesgo de Italia y de España y el peligro de recesión por la crisis del coronavirusforzaron el nuevo Programa de compra de emergencia pandémica con 750.000 millones de euros
El Político
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) aprobó el lanzamiento de un programa de emergencia para combatir la pandemia de coronavirus mediante la adquisición de activos públicos y privados con un alcance de 750.000 millones de euros y que estará en vigor hasta finales de 2020, según ha anunciado la institución.
Se trata de un plan gigantesco que rectifica la tibieza y decepción provocada por el BCE en la semana anterior, que decepcionó a los mercados con una movilización de 120.000 millones.
Esta reacción de la institución más poderosa del euro la provocó la subida de las primas de riesgo de Italia y España en las últimas horas y el peligro de entrada en recesión de la Eurozona.
Las razones de la decisión
Con este nuevo programa de compras, acordado tras una reunión de emergencia del Consejo de Gobierno, el BCE pretende "contrarrestar los graves riesgos para el mecanismo de transmisión de su política monetaria y para las perspectivas para la zona del euro planteadas por el brote y la propagación creciente del coronavirus, Covid-19″, según un comunicado oficial tras una reunión de urgencia.
"El Consejo de Gobierno hará todo lo necesario dentro de su mandato", señala. La institución que preside Christine Lagarde, puntualiza que "no tolerará ningún riesgo en la transmisión de la política monetaria en todas las jurisdicciones de la Eurozona".
La retórica es dura y mucho más contundente que la de la propia Lagarde el pasado jueves, que tuvo que disculparse posteriormente por no haber sido rotunda en la defensa de los países del euro, particularmente Italia.
Fuentes gubernamentales españolas mostraron alivio ante la decisión, que superó expectativas y que incluye la compra de deuda soberana de España si es necesario.
El nuevo Programa de compra de emergencia pandémica (PEPP) tendrá la mencionada dotación total de 750.000 millones y las compras se efectuarán hasta finales de 2020, incluyendo todas las categorías de activos elegibles bajo el programa de compra de activos (APP) existente.
Para las compras de deuda pública, la referencia en todas las jurisdicciones continuará siendo la clave de capital de los bancos centrales nacionales. Es decir, se comprarán más activos de las principales economías del euro que de las más pequeñas.
No obstante, las compras bajo el nuevo PEPP se realizarán de manera flexible. Eso permite cambios en la distribución de los flujos de compra a lo largo del tiempo, entre las clases de activos y entre las jurisdicciones, que son países o incluso comunidades o regiones.
Entre esta decisión y las acumuladas, el BCE cuenta con una bazuca de compras este año de 1,3 billones. El balance de esta cada vez más grande institución europea ronda los 5 billones.
El deterioro de las previsiones
El BCE confía en que este programa, de una magnitud olvidada desde la crisis del euro de principios de esta década, sea suficiente para conseguir que la actual parálisis económica en la Eurozona sea pasajera. La reunión fue improvisada en la noche del miércoles ante la subida de las primas de riesgo de economías cruciales como la italiana y la española y el deterioro de las previsiones económicas.
Ya en la mañana del miércoles el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, declaró que su institución impediría disparidades en las primas de riesgo, pero continuaron separándose de Alemania varios países del Sur.
Lagarde convocó entonces la reunión por teleconferencia y responde también al llamamiento de distintos gobiernos, incluido el español, a que hubiera una respuesta contundente de Fráncfort. El ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, había defendido horas antes que el instituto emisor debería usar todos sus instrumentos disponibles "rápida y masivamente".
La decisión del BCE supera los 500.000 millones de compras de activos anunciados antes por la Reserva Federal estadounidense y supone un gran cambio con respecto al pasado jueves.
El BCE decidió ese día mantener sin cambios los tipos de interés como respuesta al impacto del coronavirus y se limitó a aprobar nuevas subastas de liquidez con condiciones ventajosas.
Lo que hizo fue mejorar por segunda vez las condiciones del tercer programa de operaciones de financiación a largo plazo con objetivo específico y anunció que compraría activos por 120.000 millones de euros hasta final de año.
La decepción de su escaso alcance fue agravada por la mala comunicación de Lagarde, que eligió un mal día para decir que el BCE no está para cubrir las primas de riesgo, dejando así vulnerable la de Italia, la más castigada entonces por el virus.
De hecho, sólo en la última semana las primas de riesgo de España e Italia se han disparado más de un 50%. La española superó los 150 puntos básicos y la italiana, el doble.
Compras hasta final de año
El nuevo Programa de Compra de Emergencia Pandémica (PEPP) tendrá una dotación total de 750.000 millones de euros y las compras se efectuarán hasta finales de 2020, incluyendo todas las categorías de activos elegibles bajo el programa de compra de activos (APP) existente.
Para las compras de deuda pública, la referencia en todas las jurisdicciones continuará siendo la clave de capital de los bancos centrales nacionales. Es decir, se comprarán más activos de las principales economías del euro que de las más pequeñas. No obstante, las compras bajo el nuevo PEPP se realizarán de manera flexible. Esto permite fluctuaciones en la distribución de los flujos de compra a lo largo del tiempo, entre las clases de activos y entre las jurisdicciones.
Artículo de la presidenta del BCE
Christine Lagarde, presidenta del BCE, en un artículo publicado en el diario El Mundo de España, explica que el plan lanzado contra el coronavirus equivale al 7,5% del PIB del euro.
Señala que, “a diferencia de 2008 y 2009, el shock que afrontamos es universal: es común a todos los países y a todos los segmentos de la sociedad. Todo el mundo tiene que reducir sus actividades diarias y, por tanto, su gasto, mientras duren las medidas de contención. Básicamente, durante un período temporal, una gran parte de la economía se paraliza”.
“Como resultado, la actividad económica descenderá considerablemente en toda la zona euro. Las políticas públicas no pueden evitarlo. Lo que pueden hacer es asegurar que no sea más duradero y profundo de lo necesario. La situación actual crea tensiones agudas en los flujos de caja de las empresas y empleados, poniendo en riesgo la supervivencia de empresas y puestos de trabajo. Las políticas públicas deben ayudarlos”.
“Las políticas sanitaria y fiscal han de jugar un papel prioritario y central en esta respuesta. La política monetaria tiene un papel vital complementario. Tiene que mantener la liquidez del sector financiero y asegurar unas condiciones de financiación favorables para todos los sectores de la economía. Esto se aplica por igual a familias, empresas, entidades de crédito y gobiernos”.
“En consecuencia, el Consejo de Gobierno del BCE ha anunciado el miércoles un nuevo Programa de compras de emergencia frente a la pandemia por un importe de 750.000 millones de euros hasta final de año, que se suman a los 120.000 millones de euros acordados el 12 de marzo. En conjunto, esto representa el 7,3% del PIB de la zona euro”.
“El programa es temporal y está diseñado para hacer frente a la situación sin precedentes a la que se enfrenta nuestra unión monetaria. Está disponible para todas las jurisdicciones y seguirá operando hasta que estimemos que la fase de crisis del coronavirus ha terminado”.
“El nuevo instrumento tiene tres ventajas principales. En primer lugar, se ajusta al tipo de shock al que nos enfrentamos: exógeno, no relacionada con los factores fundamentales de la economía y que afecta a todos los países de la zona euro”.
“En segundo lugar, nos permite intervenir en toda la curva de rendimientos, evitando la fragmentación financiera y distorsiones de los precios del crédito. En tercer lugar, su tamaño es adecuado para gestionar la progresión escalonada del virus y la incertidumbre acerca de cuándo y dónde tendrá peores consecuencias”.
“Ello se refleja en las condiciones del nuevo programa. Aunque la asignación entre las distintas jurisdicciones seguirá haciéndose mediante el uso de la clave de capital de los bancos centrales nacionales, las compras se llevarán a cabo con flexibilidad. Ello permitirá que haya fluctuaciones en la distribución de los flujos de adquisición a lo largo del tiempo entre las distintas clases de activos y entre jurisdicciones”.
“Estamos totalmente preparados para aumentar el tamaño de nuestro programa de compras de activos y ajustar su composición, en la medida requerida y durante el tiempo necesario. Estudiaremos todas las opciones y contingencias para apoyar la economía durante este shock”.
Adiciones a la decisión central
“También hemos decidido comprar papel comercial de calidad crediticia suficiente y ampliar las garantías admisibles para las operaciones de financiación. El objetivo es reforzar las medidas que adoptamos la semana pasada para proteger el flujo de crédito a empresas y ciudadanos”.
“Hemos ofrecido casi 3 billones de euros en liquidez mediante nuestras operaciones de financiación, incluyendo al tipo de interés del -0,75%, el más bajo que jamás hayamos ofrecido. Ofrecer fondos por debajo del tipo de nuestro interés de depósito nos permite aumentar el estímulo de los tipos negativos y canalizarlo directamente a quienes pueden beneficiarse en mayor medida”.
“Los supervisores bancarios europeos también han liberado unos 120.000 millones de euros de capital bancario adicional, que puede respaldar considerablemente la capacidad de préstamo de las entidades de crédito de la zona euro”.
“Todo lo anterior pone de relieve el compromiso del BCE para jugar su papel apoyando a todos los ciudadanos de la zona euro en estos momentos extremadamente difíciles. El BCE velará por que todos los sectores de la economía puedan beneficiarse de unas condiciones de financiación favorables que les permitan absorber este shock”.
(Con información del diario El Mundo)