En plena crisis por el brote de coronavirus (COVID-19), Estados Unidos se enfrenta a una amenaza de antaño: los tornados.
El Político
Durante el domingo de Pascua, los estados sureños de Mississippi, Georgia, Carolina del Sur, Louisiana, Texas, Arkansas, Alabama y Kentucky fueron azotados por intensas lluvias.
Estos fenómenos climáticos causaron graves daños y pérdidas. Se reportaron al menos 18 personas fallecidas y cientos de estructuras inmuebles deterioradas.
El estado más afectado por esta situación fue Mississippi, donde la Agencia de Manejo de Emergencias registra hasta el momento 11 muertes. Dichos decesos tuvieron lugar en los condados de Walthall, Lawrence, Jefferson Davis y otras localidades.
Por otra parte, en Georgia se tiene registro de seis personas muertas, mientras que en Carolina del Sur se reportó una muerte más.
Ahora bien, el estado de Louisiana informó que al menos 300 construcciones (entre casas y comercios) tienen importantes daños: aunque algunas podrán ser restauradas, muchos inmuebles cedieron al impacto y terminaron por derrumbarse.
El portal especializado Power Outage (una página que recolecta información sobre el servicio eléctrico en el mundo) informó que más de 580 mil casas y comercios en los estados afectados se quedaron sin luz debido a los tornados.
En esta vertiente, destacan Texas, Arkansas, Alabama y Kentucky, donde hubo cortes de luz aún en los lugares donde las lluvias no fueron tan graves.
El panorama no parece alentador en el corto plazo: el Servicio de Climatología Nacional prevé que las fuertes lluvias lleguen al sureste de Georgia y a Carolina del Norte.
Cabe destacar que al menos 55 millones de personas en el este de Estados Unidos, se mantienen bajo advertencia de desastres potenciales, mismos que podrían manifestarse en fuertes vientos y lluvias venideras.
En plena cuarentena prioritaria por el COVID-19, Estados Unidos hace frente a desastres naturales que desafían los protocolos de las autoridades a nivel nacional.
Fuente: VIX
