La tensión existente entre Venezuela y Estados Unidos están en todos los niveles y el régimen de Nicolás Maduro lo está sintiendo, sobre todo en el negocio petrolero, con unas sanciones que limitan el trabajo de la industria petrolera venezolana, impidiendo la recepción de suministros vitales para producir y mantener en marcha las plantas, en especial las refinerías.
Primer Informe / El Político
Venezuela, cuyos bajos precios de la gasolina eran famosos a nivel mundial, ahora está sufriendo una escasez de gasolina que ha agravado la situación en plena pandemia por el COVID-19 que azota al planeta entero, reportó Primer Informe.
El combustible en Venezuela ahora ha pasado a ser el más caro, los ciudadanos sólo pueden obtener pequeñas cantidades, a precios exorbitantemente altos.
Esta situación ha hecho que Irán se involucre, tratando de ayudar ante la presión de Estados Unidos, pero nunca gratuitamente.
Fuentes informan que Irán ha enviado catalizadores para el proceso craqueo catalítico para la refinería de Amuay, una planta que la gerencia petrolera chavista logró hacerla inoperativa, pero que con estos repuestos que supuestamente llegarían de Irán, podrían hacer que esta planta continúe produciendo gasolina y así ayudar con la escasez nacional.
El misterio de Mahan Air
La aerolínea no ha confirmado ni la salida ni la llegada de sus vuelos, manteniendo todo un secretismo alrededor de estos misteriosos viajes que han levantado especulaciones de cualquier tipo, tomando en cuenta la fama con la que cuenta Mahan Air, aerolínea sancionada por Estados Unidos y los principales países de Europa, por su colaboración con grupos terroristas.
El primer vuelo realizado a Paraguaná fue el W5138 EP-MMF y se realizó en un Airbus A340-600 registrado el 21 de abril. El vuelo salió del Aeropuerto Internacional de Teherán Imán Khomeini a las 03:44 UTC del jueves con un tiempo de vuelo de 14 horas y 10 minutos, aterrizando a las 17:55 en el Aeropuerto Internacional Josefa Camejo en Las Piedras, Punto Fijo, indicó Primer Informe.
Luego de este vuelo se han realizado otros cuatro más, con la misma ruta y con una parada de pocas horas antes del vuelo de retorno. Se estima que en realidad serán un total de 14 los vuelos de Mahan Air a Venezuela, según fuentes del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC).
Aparte de posibles repuestos para el Complejo Refinador de Paraguaná, las aeronaves podrían estar trayendo otro tipo de materiales, como equipos de vigilancia electrónica, según rumores en las redes sociales.
«Técnicos de Irán instalan sofisticado sistema de monitoreo de comunicaciones en Paraguaná», escribió en un reporte diario de noticias el periodista Alberto Ravell, el pasado sábado 25 de abril.
¿Radares iraníes vs. radares chinos?
La península de Paraguaná es un lugar ideal para monitorear el tráfico aéreo y marítimo de la frontera norte de Venezuela, pero no es un punto de los incluidos en la supuestamente sofisticada red de radares chinos instalados en Venezuela a partir de 2005.
Ese año, la administración Chávez pagó $150 millones a la firma China Electronics Technology Group Corporation (CETC), propiedad del gobierno chino, para instalar un total de 10 radares tipo JYL-1, con el objetivo de «fortalecer la capacidad del Comando de Defensa Aérea».
Según Primer Informe, los radares chinos se unieron a la preexistente red de radares de fabricación holandesa (Smart-8 MK2) e israelí (3D Star), operados por la marina venezolana y enfocados principalmente a la vigilancia del Caribe.
Según fuentes militares en Venezuela, los radares chinos fueron instalados entre 2005 y 2013 en las localidades de El Vigía (cerca de la frontera con Colombia), el Cerro Montecano (sierra de Falcón), Mene Mauroa (estado Falcón), San Fernando de Apure (creca de la frontera con los llanos colombianos), La Esmeralda (estado Amazonas, cerca de la frontera con Brasil), la Base Libertador (estado Aragua), Luepa (estado Bolívar, cerca de las fronteras con Guyana y Brasil), Santa Bárbara de Barinas y el Cerro Copey, en la isla de Margarita.
Venezuela también cuenta con un sistema de radar para operar sistemas antimisiles rusos BUK-M2, y el S-300, que adicionalmente tienen la capacidad de poder movilizarse dependiendo de las circunstancias.
Fuente: Primer Informe