Ayer comenzó la desescalada de esta gran ciudad, y en su fase 1 abren sectores como construcción, manufacturero, agrícola y tiendas minoristas con servicio de entrega en la puerta.
El Político
La actividad económica regresó este lunes a la ciudad de Nueva York después de 78 días de confinamiento y estrictas medidas contra la expansión del coronavirus y en medio de las manifestaciones por la muerte de George Floyd, cuyos brotes de violencia causaron destrozos en vecindarios y comercios.
Esta ciudad es la última en abrir en ese estado. Se trata de una reapertura escalonada, y en la fase 1 sectores como la manufacturación, la construcción, la agricultura y la pesca volverán a operar; y también mayoristas no esenciales y algunas tiendas minoristas con servicio de entrega en la puerta.
Los minoristas que reabrieron incluyen tiendas de ropa, establecimientos de venta directa, electrónica, electrodomésticos, muebles y artículos para el hogar, floristerías, productos generales, de salud y cuidado personal, joyas, equipaje, cuero, equipos de jardinería, suministros de oficina y papelería, artículos usados, zapaterías, artículos deportivos, de instrumentos musicales, librerías y otros minoristas diversos.
Habrá muchas restricciones tanto dentro como fuera del área de labores para proteger a los trabajadores, empleadores y clientes. No será el negocio habitual tanto para empleados como para clientes, ha dicho el gobernador Andrew Cuomo, y señaló que la ciudad cumple con todos los indicadores requeridos de salud.
Navegar por las tiendas estará prohibido para los clientes, quienes deberán hacer su pedido o colocarlo en línea con anticipación. El personal de la tienda debe usar máscaras faciales en todo momento y mantenerse a casi dos metros (seis pies) de distancia.
Cada empresa debe establecer áreas de entrega y recogida para limitar el contacto y el merodeo. Los empleadores deben proporcionar máscaras gratuitas a sus trabajadores y establecer estaciones de higiene.
Las empresas mayoristas
El comercio al por mayor comenzará a funcionar en las fábricas y almacenes, trabajando con productos informáticos y electrónicos, equipos de iluminación eléctrica, metales fabricados, muebles y productos relacionados, cuero y productos relacionados, maquinarias, productos minerales no metálicos, papel, productos de petróleo y carbón, productos de plástico y caucho, impresión y soporte relacionado, textiles y madera, entre otros.
Al igual que en el sector de la construcción habrá límites para la cantidad de trabajadores que pueden reunirse en un espacio determinado. Se requerirá que los trabajadores usen mascarillas. Las reuniones en persona serán limitadas; los eventos como las llamadas de conferencia deben tener lugar en áreas bien ventiladas.
Los negocios que abrirán en la fase 2 son oficinas regulares, corredores de bienes raíces, concesionarios de automóviles, salones de belleza y peluquerías, reparación y limpieza de tiendas y alquileres, comidas al aire libre y administración de edificios comerciales.
La ciudad, que ha sufrido más de 200.000 casos de Covid-19 y más de 22.000 muertes llegó a ser el epicentro de la epidemia en Estados Unidos de América, y abrumó a los hospitales. Recientemente, la pandemia ha ido amainando y solo 324 casos permanecen en las salas de emergencia, según el alcalde Bill de Blasio.
Según el periódico The New York Times, los más de mil casos detectados en la ciudad en la última semana no son nada comparados con las cifras de abril, pero representan la posibilidad de nuevos brotes y las decisiones de los próximos meses determinarán el progreso de la ciudad.
"En comparación con donde estuvimos, esto es un gran alivio”, dijo Cuomo.
Las grandes medidas de precaución
Todo funcionará con numerosas medidas preventivas, entre ellas la distancia física como sea posible, el uso de mascarillas y con una estrecha vigilancia de la salud de los empleados.
De acuerdo a lo esperado, unas 400.000 personas han regresado a sus trabajos en Nueva York y unos 16.000 comercios reanudaron sus actividades, pero con grandes medidas de precaución para evitar un repunte de la enfermedad.
No obstante, los trenes subterráneos y el transporte público volvieron a recibir a miles de pasajeros y las vacías calles de la Gran Manzana vieron de nuevo a los transeúntes que las han hecho tan famosas.
Hasta nuevo aviso se continuará con los cierres nocturnos del sistema de transporte para la desinfección. El programa de servicio alternativo para trabajadores esenciales permanecerá durante los períodos de la noche a la mañana.
Se ha recomendado a las personas que eviten los vagones y los autobuses más repletos y la autoridad del tránsito entregará máscaras a quienes no las tengan, aunque se espera que esta sea una tarea bastante compleja.
También se ha sugerido revisiones de síntomas en los edificios de oficinas y limitar la capacidad de los ascensores al 50%.
Siguen las protestas
Por otra parte, la reapertura se ha visto complicada por las protestas de la semana pasada contra la brutalidad policial y la igualdad racial en Estados Unidos de América, después de que George Floyd fuera asesinado por un policía blanco en Minnesota.
Cientos de comercios fueron saqueados por personas que aprovecharon las protestas para promover el caos y muchos propietarios tuvieron que cubrir sus vidrieras con maderas para proteger sus negocios.
Muchos manifestantes han intervenido para detener la violencia, el saqueo y el lanzamiento de objetos contra la policía, obligando a muchos de ellos a detener esas acciones y permanecer pacíficos.
Hasta el domingo en la noche, en Nueva York se contabilizaban 21.844 fallecidos y 203,819 contagiados por el Covid-19.
Tras las penas y los dolores, la Gran Manzana se empeña en recuperar su condición de “capital del mundo” y los neoyorquinos se aferran desde este lunes a esa oportunidad.
(Con información de Voz de América, El Nuevo Diario)