Los analistas creen que la detención de Whelan, quien deberá pagar 16 años de cárcel y trabajos forzados, es una represalia de Rusia por el caso de María Butina, una activista rusa que se declaró culpable de conspiración en Estados Unidos
El Político
El exmarine estadounidense Paul Whelan fue sentenciado a 16 años de prisión en una cárcel de máxima seguridad, donde deberá realizar trabajos forzado, por haber realizado trabajos de espionaje en Rusia.
Whelan, de 50 años, fue arrestado en la habitación de un hotel en Moscú hace 18 meses, donde se le encontró un dispositivo de memoria que, según señalaron las autoridades de seguridad rusas, contenían secretos de Estado. La corte de la ciudad de Moscú lo halló culpable de recibir información clasificada.
Whelan, quien también es ciudadano del Reino Unido, Canadá e Irlanda, calificó de "farsa" el juicio que se llevó a cabo a puerta cerrada, antes de que se leyera la sentencia.
John Sullivan, embajador de Estados Unidos de América en Rusia, condenó el proceso por ser injusto y por su falta de transparencia, y aseguró que la sentencia dañará las relaciones entre su país y Rusia.
"El juicio secreto en el cual no se presentó ninguna evidencia es una violación atroz de los derechos humanos y de las normas legales internacionales", señaló un portavoz de la embajada estadounidense.
"Estados Unidos está indignado por la decisión de una corte de Rusia de condenar al ciudadano estadounidense Paul Whelan tras un juicio secreto con pruebas secretas y sin las garantías necesarias para los testigos de la defensa", dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo, que pidió su liberación inmediata.
En el momento del arresto, la familia de Whelan manifestó que el hombre era inocente y que había viajado a Moscú para asistir a la boda de un amigo.
¿Quién es Paul Whelan?
Según su hermano gemelo David, Paul Whelan realizó múltiples misiones en Irak como infante de marina, entre 1990 y 2008.
La revista Time recoge que el hombre ha trabajado como experto en seguridad corporativa durante más de una década.
En 2013 estaba empleado como director de seguridad global e investigaciones en una compañía estadounidense, donde era responsable de investigar las acusaciones de robo, fraude, acoso sexual y violencia entre los empleados.
En el momento de su detención trabajaba como director de seguridad global en una empresa de tecnología automotriz, también con base en Estados Unidos.
David Whelan expresó que su hermano había llegado a Rusia el 22 de diciembre de 2018 y que debía regresar el 6 de enero.
Agregó que había viajado para asisir a la boda de un excompañero del ejército con una ciudadana rusa.
“Además de Moscú, Whelan también tenía planeado un viaje a San Petersburgo”, agregó.
Desde 2007 el estadounidense ha estado visitando Rusia con regularidad, tanto por trabajo como por motivos personales.
Acusaciones mutuas de espionaje
Los escándalos de espías rusos y estadounidenses vigilándose mutuamente no son nuevos. Por el contrario, han sido una constante desde la Guerra Fría.
Las acciones de Rusia en Ucrania desde 2014, y las acusaciones de injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, también han contribuido al deterioro de las relaciones bilaterales.
A pesar de este escenario, muy pocos ciudadanos estadounidenses han sido arrestados por espionaje en territorio ruso. De cualquier manera, hay algunos antecedentes destacables.
En 2013, el diplomático estadounidense Ryan Fogle fue arrestado y expulsado del país tras ser acusado de intentar reclutar a un oficial de inteligencia ruso como espía.
En el 2000, el exoficial de inteligencia naval Edmond Pope fue juzgado y condenado por espionaje, pero fue indultado por el presidente ruso Vladimir Putin.
La detención de Paul Whelan se produjo dos semanas después de que Maria Butina, una activista rusa que defendía el derecho a portar armas de fuego en Estados Unidos, se declarara culpable de conspiración.
Los fiscales de Estados Unidos dijeron que actuó como un agente estatal ruso, infiltrándose en grupos políticos conservadores.
Los analistas creen que la detención de Whelan pudo ser una represalia de las autoridades rusas por este caso.
En 2010, diez agentes rusos también fueron arrestados en Estados Unidos por espionaje. Luego fueron canjeados por cuatro rusos condenados por espiar para Occidente.
(Con información de BBC Mundo)