Con el fin de «inyectar el dinamismo muy necesario en la industria petrolera» venezolana, el régimen de Nicolás Maduro patrocinó gestiones con congresistas estadounidenses para negociar el retorno a Venezuela del gigante energético Exxon Mobil, según publicó primerinforme
El Político
Para tal fin Maduro intentó reclutar al entonces congresista Pete Sessions para negociar una reunión con el CEO de Exxon Mobil al mismo tiempo que el régimen estaba pagando en secreto a un ex colega cercano a Sessions en la Cámara Baja, $50 millones para mantener a raya las sanciones de Estados Unidos, de acuerdo a un reporte de AP.
Según plantea la nota de Primer Informe, un funcionario del gigante petrolero estatal PDVSA envió un correo electrónico a Sessions, entonces representante por Texas, el 8 de junio de 2017 en busca de su ayuda para organizar una reunión entre el ministro de petróleo de Venezuela y el presidente de Exxon Mobil Darren Woods, que había sucedido en ese cargo a Rex Tillerson, que en ese momento era el Secretario de Estado.
Ap tuvo acceso al correo electrónico que fue compartido con la policía federal de EE. UU, encargada de investigar a la persona que supuestamente le dio instrucciones al funcionario de PDVSA para enviar el correo electrónico a Sessions: el ex congresista de Miami David Rivera, según dos personas familiarizadas con la investigación que hablaron bajo condición de anonimato para discutir el asunto políticamente sensible.
"En ese momento, Rivera estaba cobrando parte de un enorme contrato de $50 millones por tres meses de trabajo de consultoría para una unidad estadounidense de PDVSA, un negocio que ahora está siendo investigado por fiscales federales en Miami porque Rivera nunca se registró como agente de un gobierno extranjero ante el Departamento de Justicia", agrega la nota de prensa
Lo cierto es que la dictadura de Maduro usó al empresario fugitivo Raúl Gorrín para buscar ayuda de ex congresistas estadounidenses para gestionar el retorno de la gigante energética y mantener las sanciones a raya, pero fracasó en el intento.
En ese momento, Rivera estaba cobrando parte de un enorme contrato de $50 millones por tres meses de trabajo de consultoría para una unidad estadounidense de PDVSA, un negocio que ahora está siendo investigado por fiscales federales en Miami porque Rivera nunca se registró como agente de un gobierno extranjero ante el Departamento de Justicia.
No está claro cómo el congresista Sessions, que planea postularse nuevamente para el Congreso para las próximas elecciones de noviembre, actuó sobre la solicitud, aunque se sabe que no respondió directamente al correo electrónico. En cualquier caso, Exxon rechazó la reunión del régimen de Maduro, según las dos fuentes consultadas por AP.
Se pudo conocer que Sessions participó en otros esfuerzos de mediación en Venezuela durante los próximos 15 meses. Entre ellas, una reunión en Caracas en abril de 2018 en la que participaron Maduro, el empresario (actualmente fugitivo de la justicia norteamericana) Raúl Gorrín, y el ex congresista David Rivera, que actuó como traductor de Sessions.
De acuerdo con, no hay indicios de que Sessions recibió dinero por estas gestiones. Sin embargo, indicó que todas estas transacciones y movimientos se encuentran bajo investigación federal.
Con información de: primerinforme