El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió este lunes a los mineros no imponer sus peticiones con dinamitazos o bloqueos, tras lamentar nuevamente las cinco muertes que causó el conflicto vivido con la movilización de las cooperativas mineras.
Morales hizo la petición durante un encuentro en el Palacio de Gobierno con el sindicato de trabajadores de la mina estatal Colquiri (oeste), que son contrarios a las cooperativas mineras.
"Se deben imponer razones, no caprichos. Nuevamente quiero decirles que no podemos imponer alguna reivindicación bajo dinamitazos o bajo bloqueos", planteó el mandatario.
Agregó que, según su experiencia de sindicalista al frente de los productores de hojas de coca, "no vale abusar de la fuerza sindical, no sirve abusar de las fuerzas sociales de cualquier sector".
"La fuerza o el poder sindical hay que cuidar, es el patrimonio de los trabajadores. No podemos imponer con caprichos, ni falsos argumentos, ni bajo dinamitazos, tienen que imperar las razones", insistió el mandatario dirigiéndose a los mineros de Colquiri.
Antes de asumir la presidencia de Bolivia, Morales lideró muchas veces intensos bloqueos de carreteras para defender los cultivos de hojas de coca o por otras reivindicaciones sociales.
La semana pasada, los cocaleros de la zona del Chapare (centro) ratificaron a Morales por vigésima octava vez como su líder.
En el acto del Palacio, el gobernante prometió que habrá "dura investigación, caiga quien caiga," para aclarar la cinco muertes de la semana pasada, entre ellas la de su viceministro de Régimen Interior, Rodolfo Illanes, asesinado por los cooperativas mineros.
El cadáver del viceministro Illanes fue enterrado el domingo.
La Justicia ordenó ese día la reclusión de nueve mineros imputados por el asesinato de Illanes, entre ellos el presidente de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin), Carlos Mamani, y el vicepresidente de esa organización, Agustín Choque.
Los mineros se encuentran todavía en celdas judiciales y en las próximas horas serán trasladados al penal de máxima seguridad de Chonchocoro y a la cárcel Patacamaya, en el altiplano.
El ministerio de Gobierno también ha anunciado investigaciones para aclarar la muerte de tres mineros por heridas de bala durante operaciones policiales de desbloqueo de las protestas.
La cuarta muerte en filas de los mineros se produjo por una mala manipulación de explosivos.
Con sus protestas, los mineros de Fencomin exigían la anulación de una ley que permite la formación de sindicatos en las cooperativas, lo cual consideran perjudicial para esas entidades.
El Gobierno cree que, tras esa demanda, los dirigentes mineros en realidad gestaban una conspiración golpista, según han afirmado el propio mandatario y el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
EFE