El tapabocas actúa como una vacuna contra el Covid. El increíble hallazgo lo hicieron investigadores de la Universidad de California, en Estados Unidos. Si bien es cierto que la mascarilla no genera inmunidad contra el coronavirus, ayuda a disminuir el contagio porque nos expone a menor cantidad del virus.
El Político
Mónica Gandhi y George Rutherford, doctores del departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Universidad de California son los autores del estudio acerca del tapabocas y su actuación como una vacuna contra el Covid.
Los especialistas hicieron un trabajo observacional y lo publicaron en el New England Journal of Medicine. Allí explicaron que quienes usan tapabocas o barbijo pueden contraer el virus, pero con menos carga. En esos casos, la respuesta inmunológica del organismo ante el coronavirus es mejor.
Pedro Cahn, director científico de la Fundación Huésped, explica en una nota de La Nación, que la hipótesis de los investigadores de California se basa en el viejo concepto del efecto inóculo.
"En muchas infecciones, un paciente con mucha carga viral tiene más posibilidades de transmitir el virus que alguien que tiene baja carga viral. Esto se ve con claridad en el VIH. El trabajo de la Universidad de California es un estudio observacional, porque no sería ético exponer al virus SARS-CoV-2 a personas con y sin barbijo o tapabocas. Pero allí se observa que si se usa barbijo correctamente puede haber una alta tasa de infectados asintomáticos, pero una baja tasa de gente enferma. Es decir, el barbijo ofrece una protección parcial porque reduce el inóculo del virus", detalla Cahn.
Gandhi y Rutherford aportan datos específicos en su investigación. En las sociedades donde el uso de tapabocas es casi universal, la proporción de casos asintomáticos es del 80%. Entretanto, en los lugares donde las mascarillas no son de uso generalizado, la proporción de casos asintomáticos es 40%.
El tapabocas actúa como vacuna, pero no es perfecto
El doctor Cahn recuerda que no solo es usar el barbijo o tapabocas. Debe complementarse su uso con otras prácticas básicas como higiene de las manos, mantener más de dos metros de distancia,ventilar los espacios y preferir los sitios al aire libre.
"La idea es que, si tenemos que estar en un lugar con gente, puede que terminemos aspirando algunos virus a través de las mascarillas, pero que eso produzca un efecto similar al que lograba la variolización: introducir un inóculo menor y causar una enfermedad leve y eventualmente asintomática", detalló el especialista.
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